Lula consigue el apoyo de Maia, líder del poderoso centrão
Falta un año y cuatro meses para las elecciones presidenciales en Brasil pero el mapa político se está comenzando a armar. De un lado, Jair Bolsonaro aferrado a su núcleo duro y a un golpe de suerte que le permita que la Copa América mejore su imagen, y por el otro, Lula y un trabajo minucioso para sumar adhesiones que excedan al electorado del Partido de los Trabajadores.
Como viene contando LPO, Lula busca ampliar la base electoral para liderad un frente electoral que incluya empresarios, evangélicos y dirigentes de la centroderecha sobre la base de la defensa de la democracia para derrotar Bolsonaro en una segunda vuelta.
Lula piensa en un empresario como vice y se acerca a los evangélicos
Algunas semanas atrás, el líder del PT se reunió con Fernando Henrique Cardoso quien confirmó que apoyará a su histórico adversario en caso de un mano a mano con el presidente. Si bien no se trata de un apoyo institucional del PSDB, la foto con FHC cuenta con una carga simbólica muy importante.
Ahora se suma otro apoyo. Se trata de Rodrigo Maia, el hombre que hasta principios de este año manejó los hilos de la poderosa presidencia de la Cámara de Diputados, lugar que ocupó desde la salida del artifice del impeachment a Dilma Rousseff, Eduardo Cunha, en 2016.
Maia confirmó su apoyo en una entrevista con TV 247 en donde dijo que "Lula es el principal nombre para liderar la carrera electoral en defensa de la democracia en 2022". Maia confirmó su voto a Lula en balotaje y destacó la necesidad de tener un canal abierto para conformar alianzas el año que viene.
"Hoy tenemos dos grandes fuerzas políticas, nos guste o no. Una es el presidente Bolsonaro y la otra es Lula, que es un histórico en la defensa de la democracia y en su primer gobierno logró una importante reducción de la pobreza", dijo Maia. Consultado sobre la formalización de acuerdos, Maia bromeó: "Habría que preguntarle a el". El ex diputado señaló que "Lula tiene el liderazgo necesario para dialogar con los sectores de centro".
Rodrigo Maia fue uno de los tapones que tuvo Bolsonaro para avanzar con diferentes iniciativas legislativas y, si bien decidió colaborar durante el primer año, adoptó una postura de confrontación durante todo el 2020. Sin embargo, nunca tomó la decidió de abrir un juicio político contra el presidente, algo que Lula tampoco propone de manera pública.
Rodrigo Maia.
Como anticipó LPO, en el PT vienen discutiendo sobre el perfil que debe tener la campaña de Lula a presidente. Un sector cada vez minoritario reclama una posición de radicalización pero Lula eligió la moderación y el diálogo para convocar nuevos electores y desarmar toda posibilidad de tercera vía.
En ese sentido, según informó Globo, el conductor televisivo Luciano Huck decidió renovar su contrato con el gigante de los medios y se descarta cualquier participación política. En el mismo sentido, Joao Doria decidió ir por la reelección en San Pablo y no hay que descartar un apoyo del paulista a Lula en una segunda vuelta.
El PT confirma la candidatura de Lula pero hay diferencias en la estrategia electoral
Sin Maia, la centroderecha no bolsonarista se reduce a Ciro Gomes que se niega a acordar con Lula y el ex juez Sergio Moro que no está midiendo bien en las encuestas.
LPO dialogó con un armador de Maia que señaló: "Creo que es positivo para ambos, si funciona. Lula necesita una agenda económica racional y un gesto más coherente hacia el centro. Si no lo hace, pierde las elecciones ante Bolsonaro. Maia, en cambio, tiene previsto reposicionarse como articulador, tras el agotador episodio de dejar el DEM. Es un compromiso prometedor, pero todo dependerá de la capacidad de las partes para encontrar un espacio vital sólido".
El mercado ahora desconfía de Bolsonaro y no descarta un diálogo con Lula
Rodrigo Maia dejó DEM luego que un sector de su partido votara al candidato de Bolsonaro para la Cámara de Diputados. Luego de fracasar en el armado de un tercer espacio competitivo, Maia apuesta a la capacidad de diálogo de Lula en un momento en el cual, el ex presidente decide moderarse para ganar las elecciones. Es un acuerdo en el que ambos ganan pero generará costos internos en las bases ideologizadas del PT que recuerdan el apoyo de Maia al juicio político contra Dilma.