Inflación

Por qué en Argentina los alimentos subieron hasta 25 veces más que en países vecinos

En Argentina la comida subió aproximadamente 23% en cinco meses. En Uruguay, 2,98%; en Brasil, 2,28%; en Paraguay, 1,03%; en Chile, 0,9%.

Este miércoles el Indec dará a conocer la inflación de mayo y las estimaciones del sector privado hablan de 3,8% para los alimentos. En cambio, en Uruguay los alimentos subieron 0,78% en el mes -e impulsaron la suba del Índice de Precios al Consumidor- y en Paraguay subieron 0,84%, mientras que en Chile los precios de los alimentos se redujeron 0,2%.

En el caso de Uruguay y Chile, la suba de los precios de la comida estuvo liderada por el precio de la carne en los últimos meses, pero más que nada por el precio del aceite en el último año. Así y todo, por ejemplo, en los últimos 12 meses Paraguay acumuló 3,7% de inflación contra casi 50% en Argentina. La diferencia es incluso mayor si se excluye el precio de los alimentos: 2,6% sería la inflación en Paraguay, de acuerdo a su Banco Central.

Esta institución, mes a mes, descompone la inflación interanual de varios países del mundo y les desagrega el componente de alimentos y bebidas para hacer el análisis desde 2005 en adelante de los períodos en los que el precio de los alimentos superó el nivel general. En el caso de Argentina se observa que desde 2019 los alimentos están por encima de la inflación y, puntualmente en el mes de abril último, quedaron por debajo. En el caso de Uruguay, Paraguay y Brasil llevan un año y medio subiendo por encima del IPC; en el de Chile, un año. Y solo en Argentina la inflación lleva una década consistentemente arriba de las dos cifras.

Los datos históricos también muestran el efecto de la pandemia, que desaceleró el ritmo de los precios en Argentina mientras duró la cuarentena estricta, lo que postergó aumentos que se concentraron en los últimos meses. Esto no se observa en los demás países: en Brasil, con la pandemia se aceleraron los precios y en Uruguay continuaron su trayectoria descendente.

Si se toma la brecha solo en los últimos cinco meses, las cosas no mejoran para la Argentina, donde los precios de la canasta alimentaria que releva el Indec subieron aproximadamente 23%. En Uruguay, su canasta de alimentos -que varía entre país y país- en los mismos cinco meses subió 2,98%; en Brasil 2,28%; en Paraguay, 1,03%; y en Chile, 0,9%. Es decir que la inflación de los alimentos en Argentina fue de 8 a 25 veces mayor en Argentina que en estos países.

Si se toma la brecha solo en los últimos cinco meses, mientras en Argentina los alimentos subieron aproximadamente 23%. En Uruguay, aumentaron 2,98%; en Brasil 2,28%; en Paraguay, 1,03%; y en Chile, 0,9%. Es decir que los precios de la comida subieron entre 8 y 25 veces lo que en los países vecinos.

Respecto del precio internacional de la carne como móvil de la aceleración de la inflación, el caso de Uruguay y de Chile es esclarecedor porque ambos países son exportadores netos de carnes rojas y registraron en mayo aumentos de las carnes 2,04% y del 2,4%, respectivamente. Chile en cambio, vio el precio de las carnes reducirse 1% porque la carne de pollo bajó 3,7% en el mes. Argentina, cierre de exportaciones y controles de precios mediante, registró un aumento de más del 6% en la carne roja, prácticamente el triple que en Uruguay.

En mayo la carne aumentó más de un 6% a pesar del cierre de exportaciones 

Estas diferencias responden a que en Uruguay y Paraguay, los precios de la carne vacuna están alineados a los del mercado mundial  (y a los de su costo de producción), por lo que el incremento no se ve potenciado por la nominalidad del resto de las variables como en el caso argentino. Es decir, a tipo de cambio oficial, en Paraguay el kilo de bola de lomo ronda los $1165 pesos argentinos (a tipo de cambio solidario, llega a $1925) en una cadena de supermercados, mientras que en Uruguay vale $900 ($1485), contra $630 que cuesta en la Argentina. Y aunque los salarios en esos países estén alineados con estos precios, no convalidan subas de la magnitud que se registran acá.

Por ejemplo, en Paraguay la suba de la carne roja estuvo compensada por la caída del 0,9% en el mes de la carne de cerdo y la baja del 8% en las frutas frescas, que amortiguaron el impacto de la suba de la carne en los bolsillos de los consumidores. Similar en Uruguay, donde las frutas bajaron 4,6%. Así, en ambos países en los primeros cinco meses, el capítulo "Alimentos y Bebidas no alcohólicas" del IPC acumuló alzas del 1,03% y 2,98%, respectivamente, mientras que acá se proyecta en torno al 23%.

Las retenciones de alícuota fija lo que permiten es reducir en un porcentaje fijo la diferencia entre el precio internacional y el precio local, pero no evitan que si el precio en el mercado internacional sube, en el mercado interno suban en la misma cuantía en moneda extranjera. A esto se le suma la variación del tipo de cambio y también la evolución de costos internos: desde el costo financiero que marca la tasa de interés hasta los insumos -como el maíz que también tuvo un fuerte aumento- pasando por el costo del transporte refrigerado -donde el aumento de combustible es sensible- y los demás impuestos, entre otros condicionantes de la oferta que, si sus precios suben más que el precio internacional van a empujar a los precios en el mercado doméstico.

Si se extiende esta comparación a la totalidad de la canasta alimentaria y se incorporan más países al análisis, se puede obtener un panorama más robusto de cómo los precios de los alimentos suben más acá que en otras partes del mundo y evaluar si es cierto que la aceleración inflacionaria de los últimos meses responde, como dice el Gobierno, a la suba internacional de los commodities. Y eso fue precisamente lo que hizo la Fundación Mediterránea al comparar cómo variaron los índices de precios de alimentos de ocho países de América Latina durante 2020 y lo que va de este año.

"En Argentina la inflación minorista en alimentos y bebidas no alcohólicas pasó del 3,0% mensual en el 2020 al 4,4% mensual en los primeros cuatro meses del 2021 (IPC Nacional, INDEC), es decir, la tasa que ya era elevada subió 1,4 puntos porcentuales. Ahora bien, en Latinoamérica, y analizando 8 países de la región como para tener una muestra relativamente amplia, la inflación para el mismo rubro de bienes fue de sólo el 0,4% mensual en el 2021 (valor mediano), una tasa considerablemente más baja, pero que además muestra una desaceleración (muy leve) respecto del 2020 (0,5% mensual)", explicó Juan Manuel Garzón en la editorial del informe de coyuntura de la Fundación Mediterránea.

"El repaso de las estadísticas indica que los precios a nivel consumidor de los alimentos se muestran bastante estabilizados en la región, habiendo transcurrido ya varios meses del ciclo internacional alcista de commodities y alimentos, e incluso con varias monedas de la zona perdiendo valor (y no poco, entre el 1% y 2% de depreciación mensual en países como Brasil o Uruguay este año). La realidad de estos países revela que la elevada inflación de Argentina en estos productos (una tasa que es 11 veces la tasa media de la región) y su aceleración en el 2021, no puede estar anclada en el contexto externo y debe encontrarse una mejor explicación de ella, seguramente más asociada a la política monetaria (emisión pasada, actual o esperada en exceso a la que el mercado requiere) y/o la organización económica del país (una economía cada vez más cerrada, dependiente del sector público y con bajos incentivos para la inversión privada)", agregó.