Coronavirus

El Gobierno se ilusiona con vacunar a la mitad de la población en agosto y aflojar restricciones

Calculan que con la llegada de dosis en las próximas semanas se podrá inmunizar a la mayoría del país. Pfizer, la apuesta para sumar a los menores de edad.

Las vacunas tardaron en llegar pero siguen siendo la única esperanza, sobre todo si empiezan a aparecer con frecuencia: en el Gobierno se entusiasman en que la mitad de la población tenga al menos una dosis en agosto y aflojar las restricciones. 

Así lo confirmaron a LPO fuentes de la Casa Rosada, aclaran que no habrá anuncios de libertinaje pero, tal vez, sí de un retorno a la vida casi normal que hubo en febrero y marzo, con escuelas abiertas y restaurantes atendiendo hasta la madrugada. 

Y si el panorama favorable se extiende se promoverán para el verano los planes de turismo que debieron suspenderse en el invierno, que por segundo año consecutivo tuvo los destinos de paseos desérticos. Este escenario explica la bronca del presidente con gobernadores oficialistas y opositores que se resistieron a endurecer restricciones estos meses y colapsaron sus sistemas sanitarios como no había ocurrido en 2020. 

Según el monitor de vacunación de este lunes, poco más de 11 de las 42 millones de personas que residen en el país tenían al menos una dosis aplicada y sólo 14 las dos. Este fin de semana llegaron a inyectarse 300 mil en un día, prueba de la capacidad instalada pera aplicar 10 millones en un mes si están las heladeras llenas. 

Con el cambio de calendario, el Gobierno confía en inmunizar a casi toda la población antes de votar

Los más optimistas dicen que hay posibilidad de escalar a 500 mil por jornada y que si los aviones llegan a tiempo, en julio será el turno de la población que no es de riesgo. Como anticipó LPO, con estos pronósticos Carla Vizzotti estima que para las elecciones primarias del 12 de septiembre el país podría alcanzar una inmunización casi plena y la segunda ola del Covid 19 en los libros de historia. 

"Estamos mirando de cerca el caso de Inglaterra, que con el 42% de su población vacunada empezó a levantar restricciones. Con este ritmo de aplicación podemos llegar a 50% en agosto y fue por eso que insistimos tanto en aceptar estos meses de confinamiento", explican en el Gobierno.

Claro que la batalla tampoco está ganada para los británicos, que detectaron sólo un 33% de efectividad de las vacunas con la nueva cepa de India, que todavía no llegó al hemisferio sur. 

La vacunación superó las 300 mil aplicaciones diarias y los más optimistas en el Gobierno creen que puede llegar a 500 mil. La esperanza de acelerar la llegada de dosis es el cumplimiento por goteo de AstraZeneca y de Sputnik V, pero sobre todo la producción local de Richmond.

 El monitor local de vacunación no contabiliza a los menores de 18 años, que aún no pueden vacunarse en Argentina porque sólo la estadounidense Pfizer tiene la fórmula adecuada para esa franja etaria y por ahora no acepta negociar en el país.  

Una de las razonas de Vizzotti para reencauzar el vínculo con el laboratorio estadounidense es negociar la llegada de un lote para menores de edad. "En ese caso, sí tiene sentido una ley a medida. Para el resto de la población ya no", explican algunos de los funcionarios que la frecuentan. 

Lo más complicado, reconocen, es encontrar el interlocutor válido. Es que en agosto los abogados de la filial local impusieron condiciones para la ley de vacunas y a los pocos meses sus jefes de Estados Unidos las consideraron insuficientes. 

Tanto fue el revuelo de dimes y diretes que los diputados de Cambiemos presentaron una denuncia penal para conseguir más información y obligaron a Sergio Massa a citar los laboratorios a dar explicaciones este martes. 

Marcelo Figueras y Alberto Fernández. 

En la Rosada aún están molestos por la rebelión de Horacio Rodríguez Larreta con la apertura de escuelas en la Ciudad, pero también con la laxitud de Córdoba y Santa Fe que provocó un colapso médico sin precedentes en esas provincias, justo cuando el plan de vacunación había tomado el ritmo esperado. 

En su informe ante el Senado, el jueves, Cafiero detalló las negociaciones por vacunas pero evitó pronósticos para no dar pasos en falso como el del presidente, que en diciembre prometió 10 millones de inmunizados en el verano después de firmar con los laboratorios, pero ninguno respetó los plazos.

Sin triunfalismos, el jefe de Gabinete anunció un nuevo contrato con la china Sinopharm por 6 millones de dosis y la posibilidad de completar las 20 millones de Sputnik V adquiridas al Instituto Gamaleya de Rusia, de las cuales no arribó siquiera la mitad. Además, recordó que hay una adenda de ampliación de otras 10 y si son producidas llegarán.

Al paquete esperado se suman las poco más de 7 millones que adeuda el fondo Covax, un mayorista coordinado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y las casi 20 que deberían enviar en algún momento AstraZeneca desde México, donde fueron remitidas para el empaquetado luego de ser elaboradas en el laboratorio del empresario local Hugo Sigman. 

Sólo poco más de 2 millones del lote comprometido fueron devueltas listas para la aplicación, el contrato obliga a cumplir con la entrega el primer semestre, pero ya no hay esperanza en el Gobierno que se respete. 

Hay expectativas en las negociaciones abiertas con la cubana Soberana y la china CanSinoBIO, pero no tantas como la producción local de la Sputnik V que producirá con el laboratorio Richmond, del empresario Marcelo Figueiras.

Este domingo partió el avión a Rusia en busca del antígeno y a diferencia de lo que pasó con el de AstraZeneca, el producto se termina en el país y no debería demorar más de la cuenta. Figueiras promete hasta 500 mil vacunas por semana, 2 millones por mes, esta vez sin riesgo que se pierdan en los aeropuertos. Muchos confían en él. Aunque no lo dicen.