La esposa de Schiaretti y Patricia compiten por sumar el voto evangélico

El PJ propicia la fundación de un sello evangélico y el PRO sumarlos a Juntos por el Cambio.

La fuerte presencia política que los sectores evangélicos lograron en los últimos años, particularmente después del primer debate por la legalización del aborto, hizo que el sistema político pusiera sobre ellos la mirada, con el objetivo de sumarlos a distintas estructuras para obturar el fenómeno.

En Córdoba, tanto el peronismo que comanda Alejandra Vigo, la esposa del gobernador, como el sector del PRO que se identifica con Patricia Bullrich salieron a la búsqueda de esos sectores, aunque con estrategias distintas: el PJ alienta la creación de un partido evangélico para sumarlo a Hacemos por Córdoba; mientras que el PRO teje acuerdos con pastores.

El principal objetivo de ambas estructuras es limar a Encuentro Vecinal Córdoba, el socio local del Frente Nos. Encuentro Vecinal sentó en la legislatura a Gerardo Groso, un influyente pastor de la iglesia Cita con la Vida, una de las más importantes de la ciudad. En la última elección nacional, Encuentro Vecinal, comandado por Aurelio García Elorrio, sumó 45 mil votos, mientras que en todo el país NOS y sus socios lograron 156.500: casi un 30 por ciento de los votos que consiguió este espacio fueron en Córdoba.

Al ver estos números y la activa participación de los pastores en política, el peronismo cordobés alentó el desembarco de Más Fe, el partido mendocino fundado por Héctor Bonarrico, actual senador en esa provincia. Más Fe tiene en Córdoba dos líderes: la pastora Alejandra Páez y Verónica Narve, una dirigente de la estructura de Vigo en la seccional 12, donde a través de la Fundación Madres Incansables administra cuatro merenderos y tres Sala Cuna, estructura subsidiada por el Gobierno provincial.

"No soy portadora de apellido, ni esposa ni familiar de nadie; sólo sigo la doctrina nacional justicialista y el mandato de Alejandra Vigo como mi líder y conductora", dice la mujer, quien espera que la Justicia electoral convalide los papeles de Más Fe para transformarse en su vicepresidenta. A través de programas sociales del Gobierno, Hacemos por Córdoba espera que Más Fe sea parte de la alianza.

Más Fe busca aglutinar y contener a 80 iglesias evangélicas ubicadas en los márgenes de la ciudad, casi todas lideradas por pastoras. A diferencia de los sectores evangélicos más conservadores, los que integran Más Fe en Córdoba aceptan a personas trans o no se enrolan en la militancia Pro vida, aunque no por eso son "verdes".

En el PRO, el acercamiento con los evangélicos está a cargo de Sebastián García Díaz, un dirigente inorgánico pero que actúa por orden de Patricia Bullrich. "Yo trabajo con los evangélicos y su intención de incidir en la política viene desde hace más 15 años. Ellos pasaron de ver a la política como un ámbito donde un cristiano de bien no debería estar a cambiar completamente la percepción y estimular a los miembros de sus iglesias a comprometerse", explica a LPO.

Admite cierta "incomodidad" de los pastores: "El PRO y más aún Juntos por el Cambio es amplio y confluyen un abanico de valores y personas. En algunos casos los evangélicos no se sienten cómodos en un marco tan amplio. Pero están entendiendo que las opciones mayoritarias que tienen chances de ser gobierno son así y que deberán convivir. Algunos no lo entienden y tratan de armar pequeños partidos testimoniales o incluso confesionales. Pero la gran mayoría sabe que en momentos cruciales como éste para el país, se tienen que jugar y están eligiendo apoyar a Juntos por el Cambio", dice García Díaz, quien confía en "contar con el apoyo mayoritario de los evangélicos cordobeses" para las elecciones legislativas del segundo semestre.

Sólo en la ciudad de Córdoba hay 650 templos evangélicos registrados. Un encuesta de la consultora Delfos estimó que 150 mil, es decir el 10 por ciento de la población, se considera evangélica. Según García Díaz, los evangélicos están "dispuestos a activarse por las causas justas con un arrojo que no tiene ningún otro activista, militante político de otras religiones".