Tras los desbordes en los festejos de Colón creen que la AFA tendría que haber suspendido la final
Los festejos de los hinchas de Colón luego de salir campeón de la Liga Profesional de Fútbol generaron gran preocupación en las autoridades sanitarias de Santa Fe, una ciudad al rojo vivo por los altos índices de contagio de coronavirus.
Las celebraciones arrancaron el viernes y se extendieron hasta el domingo, cuando miles de hinchas marcharon en caravana por el puente colgante, los bulevares y las principales calles de la ciudad.
Los operativos montados no alcanzaron para evitar los desbordes, donde cientos de hinchas sobrepasaron las barreras dispuestas por el operativo policial y que incluyó la detención de 35 barrabravas aprehendidos mientras se trasladaban en un camión hacia la cancha de Unión.
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En este marco fue que Juan Pablo Poletti, director del hospital Cullen -principal centro covid de la ciudad-, manifestó su preocupación por la disparada de casos que se registrará en los próximos 14 días, fecha en que se daría el pico de contagios.
"Mi enojo, dolor y crítica es hacia la Asociación del Fútbol Argentino", dijo el funcionario a Aire Digital. Es que, según entiende, la responsabilidad primera no es de los hinchas ni de los gobiernos de turno -quienes por el momento no se manifestaron al respecto-, sino de la entidad presidida por Claudio 'Chiqui' Tapia.
"Uno se amarga y se entristece, pero no soy quién para analizar las actitudes sociológicas; mi dolor es hacia la AFA y hacia los dirigentes de una actividad tan popular a la que no supieron manejarla en un contexto de pandemia", dijo, y añadió: "Con lo futbolero que soy, no entiendo que pongan al dinero y al fútbol por delante de la vida".
"Estamos temerosos porque los cantos, gritos y saltos hacen que uno hiperventile y se viralice el virus aunque sea al aire libre", añadió el director de una institución que hace pocos días instaló una cámara refrigerante por miedo a que colapsen las morgues.
Pero Poletti cuestionó además a la AFA por cómo planteó la cuestión sanitaria durante todo el torneo: "No puedo entender que el presidente de la Nación aísle a sus ministros y que el fútbol no haya aislado a nadie cuando se daban casos positivos".
Este fin de semana, más de 60 personas debieron ser asistidas de urgencia en el hospital Cullen. Se trata de una cifra tres veces por encima de lo habitual, y muchos de estos ingresos respondieron a lesiones derivadas de los festejos.