Brasil

"La Copa América puede ser la chispa que falta para una explosión de casos en Brasil"

LPO dialogó con el médico y científico, Miguel Nicolelis, quien sostuvo que "Bolsonaro piensa que la Copa América puede ser positiva para su imagen pero está muy equivocado".

Jair Bolsonaro atraviesa uno de los momentos más complicados desde que asumió la presidencia de Brasil. El impacto del coronavirus hizo caer notoriamente su imagen, que a penas llega al 30 por ciento, y todas las encuestas lo dan perdedor con Lula en la segunda vuelta de octubre de 2022. 

Además, el presidente brasileño y buena parte de sus funcionarios de Salud están siendo investigados por una Comisión Parlmentaria de Investigación (CPI) que tiene al senador opositor, Renan Calheiros al mando y promete ser severa con la responsabilidad del gobierno frente a las consecuencias de la pandemia.

En ese marco, el inesperado giro dado por la Conmebol al elegir Brasil como sede la Copa América es una oportunidad para mejorar su imagen o, en su defecto, distraer la atención en un contexto de masivas protestas en su contra y una crítica en aumento. 

La Conmebol le da la Copa América a Brasil y agradece a Bolsonaro

Luego de las idas y venidas y los paños fríos puestos por el propio jefe de la Casa Civil, Luiz Eduardo Ramos, Bolsonaro confirmó el campeonato y sugirió cuatro sedes. "Lamento las muertes pero tenemos que vivir", aseguró el jefe de estado.

Al respecto, LPO entrevistó el destacado médico y científico brasileño, Miguel Nicolelis, quien sostuvo que "Bolsonaro piensa que la Copa América puede ser positiva para su imagen pero está muy equivocado. Le va a salir el tiro por la culata".

El científico no descartó que la Corte Suprema de Brasil termine frenando la realización de la competencia y aseguró que "es el peor momento del gobierno, con el peor indice de popularidad. La CPI está contando en vivo toda la responsabilidad que tuvo en esta pandemia". "Está aislado en el espectro político, tiene apoyo en el parlamento pero mismo dentro de las Fuerzas Armadas tiene oposición. Es el momento más critico de su presidencia porque el está siendo reconocido en el mundo como el enemigo numero uno de la pandemia", agregó. 

Miguel Nicolelis, médico y científico brasileño.

Nicolelis consideró que el presidente brasileño "es el responsable de las 461.000 muertes por coronavirus y pronosticó que "la situación en Brasil va a empeorar, estamos entrando a la tercer ola del virus, con los sistemas sanitarios de los estados colpasados y esperamos para la próxima semana un tsunami de casos". "La Copa América puede ser la chispa que falta para una explosión de casos", alertó.  

La situación en Brasil va a empeorar, estamos entrando a la tercer ola del virus, con los sistemas sanitarios de los estados colpasados y esperamos para la próxima semana un tsunami de casos

En esa línea, el médico insistió: "Brasil no tiene manera de garantizar una Copa América segura" y apuntó contra Bolsonaro: "No tiene ninguna preparación, ningún equilibrio mental, ni condición para liderar un país como Brasil en medio de una pandemia". "Solo le importa su propia supervivencia política y la de sus hijos. "Se comporta como el jefe de un clan y no como un politico o un presidente", finalizó.

El médico también hizo referencia a las elecciones del año que viene y señaló que por más que Lula lidera las encuestas "en Brasil puede pasar cualquier cosa. No está bien tomar encuestas a un año y medio de las elecciones". "La oposición actúa como si los comicios ya estuvieran ganadas", reprochó.

Lula lidera las encuestas y derrotaría a Bolsonaro por amplia diferencia

Bolsonaro justificó el desarrollo de la competencia equiparándola con los partidos fútbol de la Copa Libertadores y Sudamericana y propuso a Brasilia, Río de Janeiro, Mato Grosso y Goiás mientras que San Pablo, gobernada por Joao Doria, rechazó el convite. Los encuentros serán sin público y el gobierno busca que todas las delegaciones reciban la vacuna. 

El gobierno tratará que la duración del torneo continental sea suficiente para descomprimir la presión que existe sobre su gobierno en las visperas de una tercer ola, protestas que continuarán en las principales ciudades y una CPI que sigue reuniendo testimonios que complican a Bolsonaro y las autoridades sanitarias.