Nestlé confiesa que la mayoría de sus alimentos no son saludables y complica a Arcor

La alimentaria más grande del mundo hizo una impactante revelación justo cuando se trata la ley de etiquetado frontal en Argentina.

Nestlé, la compañía alimentaria más grande del mundo, reconoció en un documento interno que más del 60% de los productos que vende no son saludables y complica a las empresas argentinas como Arcor que buscan frenar la ley de etiquetado frontal.

Según el diario El País de España, Nestlé, la compañía suiza que comercializa desde chocolates y golosinas a cereales para el desayuno y helados, admitió que sus productos no cumplen con los criterios necesarios para ser saludables y que algunas de las categorías de bebidas y alimentos que produce "nunca serán saludables por mucho que se renueven".

La información, enviada a los directivos de la empresa a principios de año, fue publicada este lunes por el diario Financial Times.

 Funes de Rioja no logra frenar la ley de etiquetado y enfrenta el enojo de Pagani y Urquía

El análisis evalúa la mitad de los productos de Nestlé, dejando fuera los de nutrición infantil, comida para animales, café y nutrición médica. Así, el documento reconoce que tan solo el 37% de los alimentos y bebidas de la marca logran una calificación superior a 3,5 según el sistema de calificación de estrellas de Australia, un etiquetado nutricional que otorga a los alimentos más saludables cinco estrellas.

El 63% de los alimentos evaluados no alcanzan el nivel saludable, como tampoco lo hacen el 96% de las bebidas -sin contar el café- y el 99% de los productos de confitería y helados. Mientras, el 82% de las aguas y el 60% de los lácteos llegan a dicho nivel. "Hemos hecho mejoras importantes en nuestros productos, pero nuestra cartera todavía tiene carencias respecto a las definiciones de salud en un panorama donde la presión regulatoria y las demandas de los consumidores no dejan de crecer", explica el documento, según el diario financiero

Esta revelación se da en la misma semana en la que el Gobierno argentino quiere darle media sanción de diputados a la ley de etiquetado frontal, una norma que existe en los principales países del mundo, donde se advierte de manera visible y clara al consumidor cuando un alimento es alto en azúcar y calorías. Jugos, bebidas isotónicas y muchas otras opciones que se presentan como "saludables", son en rigor azúcar puro.

Luis Pagani, dueño de Arcor.

Se trata de uno de los conflictos de los más álgidos que enfrenta el Gobierno, porque la norma afecta a varias de las principales empresas del país. Desde los Blaquier, hasta Pagani de Arcor, Urquía de Aceitera General Deheza -el jarabe de maíz se usa como endulzante- y por supuesto Pérez Companc de Molinos.

Como explicó LPO, este verdadero "cartel del azúcar" ya viene golpeado por el avance de legislaciones anti golosinas en el interior del país. El intendente de Córdoba Capital, Martín Llaryora, se atrevió a enfrentar a Arcor con una ordenanza que prohíbe la exhibición de golosinas en la línea de cajas y logó sancionarla. Ahora otras ciudades empezaron a seguir su ejemplo.

La alarma es de tal magnitud que Pagani y Urquía decidieron prescindir del lobby de Funes de Rioja y esta semana se involucrarán directamente y al máximo nivel en las negociaciones. Las esquirlas del conflicto también afectaron al lobbysta de Arcor, Adrián Kaufman Brea.

La bronca ante el avance de una norma que creían frenada por los esfuerzos de un sector del gabinete nacional que juega en sintonía con la industria del azúcar, impactó en la cúpula de la UIA y hasta podría condicionar la próxima elección de autoridades.