Gobierno

Alberto no quiere extender la cuarentena dura pese al récord de contagios

En el Gobierno no quieren que se devalúe la palabra del presidente y el lunes se volverá a la fase anterior de apertura condicionada pese a que no bajó la curva.

Alberto Fernández no piensa en extender la cuarentena dura pese al récord de contagios que se registró este jueves y el lunes se volverá en todo el país a la fase anterior de apertura condicionada.

El Gobierno, como anticipó LPO, quiere cumplir con el plazo de nueve días y retomar las restricciones vigentes hasta el último decreto de Alberto Fernández, para en todo caso regresar a la cuarentena dura a partir del 11 de junio.

Ese día vence el DNU, que en el medio estipula que el fin de semana del 5 y 6 de junio regirán las medidas de confinamiento total actuales.

Preocupa la suba de casos en Ciudad, pero igual abrirían las escuelas el lunes

Los 35 mil contagios del miércoles y los más de 41 mil del jueves causaron un cimbronazo en la coalición de gobierno. Desde la provincia piden una cuarentena dura más extensa, de al menos 15 días.

"Nueve días son insuficientes", dijo a A24 el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. Entre los epidemiólogos coinciden con Berni, que asegura que el confinamiento debe mantenerse al menos durante tres períodos de incubación del virus, de un promedio de 5,2 días.

El gobierno no extendería la cuarentena dura, por la resistencia social

Pero en la Rosada están en una encrucijada por dos temas principales. Por empezar no quieren que la palabra del presidente quede otra vez devaluada por las idas y venidas respecto de las medidas anunciadas de una semana a la otra. Más aún después de que el propio Alberto negara una vuelta a fase 1 el martes de la semana pasada y la decretara sólo dos días después.

Y en mayor medida, por más que hagan esfuerzos en difundir que bajó la afluencia del transporte público en el AMBA por las restricciones, notan una creciente resistencia social a las medidas que ya se traduce en escraches y ataques a gobernadores e intendentes, como le sucedió a Gustavo Bordet en Entre Ríos y a algunos jefes comunales de Córdoba. En Rosario, los militantes anticuarentena se enfrentaron directamente con la policía.