España

España expulsa a miles de migrantes africanos de la frontera con Marruecos

La ciudad de Ceuta subió la tensión entre España y Marruecos. Se calculan entre 6 mil y 10 mil inmigrantes ilegales.

"Seremos firmes" y "pondremos todos los medios". Es el mensaje del presidente de España Pedro Sánchez este martes desde el Palacio de la Moncloa unas horas después de que miles de inmigrantes llegaran a Ceuta atravesando la valla o a nado después de que Marruecos haya relajado los controles fronterizos. 

Las cifras de llegada oscila entre 6.000 y 10.000 personas, generando una crisis internacional que golpea Europa y, con más fuerza, España. 

El presidente español reconoció la existencia de una "grave crisis" por la situación y adelantó que devolverán a "todos" los inmigrantes que en las últimas horas han llegado irregularmente a nuestro país. "Vamos a restablecer el orden en las fronteras", advirtió.

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El episodio llega después de que Marruecos haya cambiado su política de seguridad en frontera, una decisión llegada presumiblemente en respuesta a la acogida que España ha hecho del líder del Frente Polisario. La crisis diplomática con el país vecino comenzó en noviembre, cuando el entonces vicepresidente Pablo Iglesias defendió el derecho de autodeterminación del Sahara Occidental, y poco después EEUU reconoció la soberanía marroquí de la ex colonia española. Después de esta declaración estadounidense de diciembre, Sánchez canceló un viaje a Rabat alegando que se posponía a febrero, aunque a día de hoy esa visita no se ha producido.

La situación se agravó aún más el 18 de abril cuando España acogió en el hospital de San Pedro (Logroño) al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, enfermo de Covid por "razones estrictamente humanitarias". El líder entró en España con un nombre falso y aterrizando en un avión medicalizado desde Argel en el aeropuerto de Zaragoza. España hacía caso así a una petición del Gobierno argelino, en cuyo territorio se sitúan los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf (suroeste argelino). Rabat advirtió entonces que tomaría nota de ese gesto, calificando de "contraria al espíritu de vecindad" y "premeditada" la decisión de permitir la entrada en España del dirigente político. 

Seremos firmes y pondremos todos los medios

Sin embargo, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha evitado relacionar esta crisis diplomática con la actuación de Marruecos que ha desatado una grave crisis, y ha confirmado que ya se ha producido la devolución de 2.700 personas que han entrado en las últimas horas ilegalmente en nuestro país.

Una cifra que, adelanta Sánchez, aumentará aún más en las próximas horas, al anunciar la "devolución inmediata de todo aquel que haya entrado irregularmente en Ceuta, tal y como está previsto en los acuerdos que Marruecos tiene con España desde hace años". 

Sánchez dijo que le informó la situación al rey Felipe VI, a quien ha adelantado que la situación la coordinará un "comité de situación" que se habría aprobado en el Consejo de Ministros de este martes. Pese a la frágil relación con Marruecos, Sánchez optó por alabar al país vecino, asegurando que "siempre he creído que Marruecos es un país socio y amigo de España y así debe seguir siendo". "Mi deseo es estrechar aun mas esta relación de amistad con nuestros vecinos marroquíes", señaló.