Coronavirus

Perotti suspende las clases presenciales por la saturación de camas

Además prohibió la circulación vehicular a personas no autorizadas y los locales gastronómicos deberán cerrar a las 19.

El último parte sanitario colocó a la ciudad de Santa Fe en estado de "alarma epidemiológica", reafirmando el panorama crítico que atraviesa la provincia en esta segunda ola de contagios.

Es por ello que Omar Perotti decidió suspender las clases presenciales -en niveles iniciales y primario- en los departamentos La Capital, San Lorenzo y Rosario, y restringir la circulación vehicular que no tenga justificación.

"A trabajar se puede ir en un vehículo particular; si quiere ir a un bar o comprar una camisa, hay que ir caminando", precisó hoy el ministro Juan Manuel Pusineri.

También se estableció el cierre temporal de centros comerciales, paseos, shoppings y establecimientos afines, y la suspensión de actividades en clubes y gimnasios.

La medida regirá entre este jueves y el 30 de mayo, inclusive.

[ Santa Fe está al límite del colapso sanitario y Perotti avala el cierre total de actividades ]

El objetivo del gobierno provincial es contener el estrés sanitario que atraviesan las instituciones públicas destinadas a combatir la pandemia.

"El esfuerzo del personal de salud es terrible, y es totalmente necesario que se apliquen medidas que la sociedad pueda acompañar", alertó horas antes del anuncio oficial Rodrigo Mediavilla, funcionario provincial .

"No quisiera estar en los zapatos del gobernador", añadió el director del Ministerio de Salud, recordando que las medidas serán eficaces "en la medida en que puedan ser adaptables" a los requerimientos de la sociedad.

Pidió por eso que la comunidad acompañe el esfuerzo del personal sanitario, y solicitó confianza respecto a que "se va a tomar la mejor medida aplicable".

  Las internaciones aumentaron en la población de entre 40 y 45 años, lo que supone un problema extra porque se ocupan las camas durante un lapso más largo, de entre 25 y 30 días

Sobre las características de esta segunda ola, Mediavilla apuntó que "las internaciones aumentaron en la población de entre 40 y 45 años, lo que supone un problema extra porque se ocupan las camas durante un lapso más largo, de entre 25 y 30 días". 

"Esto genera otra preocupación, porque quienes se internan tienen mayores condiciones físicas para resistir, lo que genera que el cambio de camas sea más lento", explicó.

Y alertó: "La desocupación de esas camas por lo general y lamentablemente se da a causa de decesos".