Córdoba

Sin Schiaretti, el peronismo hizo un ensayo general de la campaña

Juntó a Llaryora, Calvo, De la Sota y Jure en el inicio de un ambicioso plan de urbanización, con una inversión de 2.500 millones de pesos.

El inicio de obras de urbanización de la villa Los Artesanos, en el sur de la Ciudad de Córdoba, fue la excusa para reunir en un mismo acto a cuatro dirigentes del lo que empieza a conocerse como la "Generación 23", el grupo que por imperio de la biología tendrá como responsabilidad la renovación del peronismo a nivel provincial tras 25 años del doble comando De la Sota-Schiaretti. .

El intendente de Córdoba, Martín Llaryora; el vicegobernador, Manuel Calvo; la legisladora Natalia de la Sota y la ministra Laura Jure, pieza clave del gobierno provincial, coincidieron para la foto en un acto meticulosamente organizado por esta última funcionaria, quien comenzó con los preparativos 15 días atrás, cuando no estaba en agenda la intervención quirúrgica de Schiaretti.

Con él transitando el postoperatorio, la centralidad se repartió en los cuatro protagonistas del acto. En ese contexto, la guerra fría entre Llaryora y Calvo fue disimulada por los elogios que ambos cruzaron públicamente al poner en marcha estos trabajos, en el marco de una inversión global de 2.500 millones de pesos para la urbanización de nueve asentamientos. Ambos hablaron de "trabajo mancomunado" entre ambas administraciones.

Mientras Llaryora aparece como "indiscutido" para buscar la Gobernación dentro de dos años, el resto de los dirigentes busca posicionarse, por eso la trascendencia que tendrá la campaña electoral de este año, que ya fue puesta en marcha por Hacemos por Córdoba, que no suele respetar los cronogramas electorales cuando de política real se trata.

De hecho, la caminata por la villa Los Artesanos tuvo estética proselitista, con Llaryora, Calvo, De la Sota y Jure en la misma fila, esperándose cuando alguno se retrasaba con algún vecino. En la recorrida, Llaryora recibió aplausos y De la Sota posó para selfies, ejemplos claros de por qué el resto de los dirigentes "necesita" una campaña más que una elección.

En un esquema comunicacional sin fisuras ni improvisaciones, la foto de los cuatro se "viralizó" en los grupos de Whatsapp del peronismo. Esa parece ser "la lista" que secundará a la poderosa Alejandra Vigo, número puesto para encabezar la boleta para el Senado.

Al terceto Calvo, De la Sota y Jure le faltan otros integrantes de la "Generación 23" que podrían completar la lista. Por ejemplo, el intendente de San Francisco, Ignacio García Aresca, "hermano de la vida" y lugarteniente de Martín Llaryora.

Repitiendo lo que ya ocurrió en 2017, cuando Llaryora era el vicegobernador y fue enviado al matadero de Cambiemos como cabeza de la lista de Diputados, se menciona la posibilidad de que Calvo sea candidato este año, una oferta inmejorable para un dirigente con nivel de desconocimiento superior al 50 por ciento, según distintas encuestas. Aunque él rechaza esa posibilidad ante quienes lo consultaron en las últimas semanas, el rumor no perdió fuerzas, al contrario.

Tiene para mostrar capital propio: "Es respetado en la Legislatura y en el Ejecutivo, particularmente por la vieja guardia schiarettista", dice un funcionario del Gobierno provincial. Otro agrega: "Lidera una agenda joven y dinámica; sigue siendo influyente en la gestión, particularmente en los consensos políticos para la administración de la pandemia, y está corrido de las polémicas innecesarias".

Conectividad, acuerdos con universidades, desarrollo equilibrado y violencia de género son tópicos recurrentes en la agenda del vicegobernador. Ambos funcionarios consultados coinciden que "Calvo hace todos los deberes" para estar en los radares del poder.