Frente Progresista

El Frente Progresista mostró fisuras entre socialistas y radicales en la primera sesión sin Lifschitz

Pullaro salió a disputarle la conducción del Frente Progresista al socialismo en un intento para quedarse con la vicepresidencia de Diputados.

La sesión preparatoria del vigente período legislativo parece un trámite de nunca acabar. La internación de Miguel Lifschitz por covid había impedido su concreción antes del 1 de mayo -fecha de inicio de la etapa ordinaria-, y el posterior fallecimiento del exgobernador abrió el debate acerca de quién debía reemplazarlo en la presidencia de la Cámara Baja.

Todo ello fue debatido de forma exprés durante las últimas semanas, convocándose a sesión este jueves para aprobar finalmente a las nuevas autoridades.

En ese marco, y tal como adelantó La Política Online, se descontaba que el lugar del exgobernador sería ocupado por Pablo Farías, un hombre del riñón socialista.

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Pero la sesión se salió de sus cauces cuando el radical aliado al socialismo, Maximiliano Pullaro, intentó quedarse con la primer vicepresidencia, que detentaba la peronista Lucila de Ponti, para ubicarla a su correligionaria Jimena Senn. De esta manera, Pullaro plantó bandera en una disputa que tiene que ver más con la interna del Frente Progresista que el clásico entre UCR y PJ.

Es que la coalición de socialistas y radicales, que gobernó durante 12 años la provincia, controla 28 de las 50 bancadas de la Cámara de Diputados, pero sin el liderazgo que ejerció Lifschitz, las fisuras del interbloque no pudieron ocultarse y salieron a la luz en la primera sesión y cuando se le iba a rendir homenajes al ex gobernador. 

Frente a ello, el diputado de CREO, Ariel Bermúdez, pidió cuarto intermedio tras la elección del socialista Pablo Farías como presidente y dilató la designación del resto de las autoridades para la semana próxima. Con ello, al menos se logró sortear la acefalía en la Cámara que ya llevaba una mora excesiva.

"Evidentemente Pullaro necesita revalorizar su liderazgo, y para ello va mostrando signos de autoridad frente a los demás", analizó Julián Galdeano, también radical pero de Cambiemos.

"Es una cuestión política interna de mostrarse con capacidad de ordenar y de torcer la voluntad del socialismo, y además de exigirle al peronismo", agregó en diálogo con La Política Online.

En igual sentido se expresó Leandro Busatto, líder del bloque justicialista, quien sostuvo a este medio: "Es una muestra de lo decadente de la política en algunos sectores, y una estrategia para marcarle la cancha al socialismo".

 Es una muestra de lo decadente de la política en algunos sectores, y una estrategia para marcarle la cancha al socialismo

Carlos del Frade, del Frente Social y Popular y compañero de interbloque con Rubén Giustiniani (Igualdad), también habló con LPO sobre la estrategia del pullarismo: "Con la idea de ganar un poco de poder simbólico se deja de lado un criterio muy importante para la selección de las autoridades de la cámara, que es la de designar cada puesto de acuerdo a los votos que cada fuerza sacó en las elecciones".

De este modo se completó el rechazo del arco político ajeno al Frente Progresista, quienes lamentaron el verse metidos en medio de una interna nacida del vacío de poder dejado por Miguel Lifschitz.

"En esa no vamos a entrar", advirtió Busatto, y repudió: "Es la política en su peor versión".

De todos modos la sesión preparatoria pasó a un cuarto intermedio, dejando vacantes las vicepresidencias hasta la semana entrante.