Tucumán

Jaldo fuera de control: copa la comisión de juicio político y amenaza a Manzur

El vice de Tucumán hizo una maniobra para quedarse con dos tercios de la comisión que puede remover a cualquier funcionario incluido el gobernador.

La interna del PJ de Tucumán está fuera de control. Un descuido del sector de Juan Manzur le dio la posibilidad al vicegobernador Osvaldo Jaldo a realizar una osada maniobra: tomó el control de la comisión de Juicio Político de la Legislatura y ahora está en condiciones de poner en aprietos a cualquier funcionario del Poder Ejecutivo y de la Corte Suprema.

El bloque de Manzur decidió ausentarse de la sesión de este jueves en rechazo a la decisión del jaldismo de impulsar una interpelación al ministro de Educación, Juan Pablo Lichtmajer, que había pedido el radicalismo por el estado de las escuelas y supuestas designaciones irregulares.

Jaldo vio que ese faltazo le daba lugar para ir mucho más allá de la interpelación. La primera maniobra fue un repentino cambio de las autoridades de la Legislatura para desplazar de la vicepresidencia primera a Gerónimo Vargas Aignasse, un hombre de estrecha confianza de Manzur.

Nuevo gesto de apoyo de la Rosada a Manzur en medio de la pelea con Jaldo

La segunda maniobra fue la más delicada en términos institucionales: Jaldo metió mano en la estratégica comisión de Juicio Político y desplazó a los manzuristas Reneé Ramírez y Julio Silman. En su reemplazo designó a los propios Tulio Caponio y Raúl Ferrazzano.

Jaldo ya tenía seis propios dentro de la comisión y ahora pasa a manejar a ocho de los doce integrantes. Es decir que tiene dos tercios de los miembros, un número capaz de amenazar a cualquier funcionario del Poder Ejecutivo.

Con dos tercios de los votos, Jaldo puede promover acusaciones contra cualquiera de los funcionarios excepto el gobernador, para el que requiere tres cuartos de los votos. Es decir, necesitaría un apoyo más.

Manzur quedó con dos propios dentro de la comisión, con la ventaja de que son el presidente y el vice y tienen herramientas para frenar iniciativas del jaldismo. Los otros dos integrantes responden uno a Ricardo Bussi y el otro al intendente de la capital provincial, Germán Alfaro. 

Esta comisión puede enjuiciar al gobernador, al vice a los ministros, a los miembros de la Corte Suprema, del Ministerio Público Fiscal, de los miembros del Tribunal de Cuentas y del Defensor del Pueblo. Con dos tercios de los votos, Jaldo puede promover acusaciones contra cualquiera de los funcionarios excepto el gobernador, para el que requiere tres cuartos de los votos. Es decir, necesitaría un apoyo más.

"Jaldo envía mensajes intimidantes a jueces y fiscales y al Poder Ejecutivo en general", denunció Vargas Aignasse. "Está diciendo: 'Miré que acá nosotros tenemos un arma apuntando hacia ahí. Si no se hace lo que queremos, si yo no soy candidato a gobernador en 2023, disparamos'", afirmó.

La maniobra de Jaldo marca un nuevo pico de la tensión en la pelea con Manzur, unainterna que ya escaló hasta la Casa Rosada y que preocupa a toda la cúpula del Frente de Todos. Desde Buenos Aires hasta ahora todas las señales fueron de respaldo al gobernador.

Jaldo envía mensajes intimidantes a jueces y fiscales y al Poder Ejecutivo en general. Está diciendo: 'Miré que acá nosotros tenemos un arma apuntando hacia ahí. Si no se hace lo que queremos, si yo no soy candidato a gobernador en 2023, disparamos´.

En paralelo, los dardos cruzados no se detienen. Este viernes una ex candidata a legisladora denunció penalmente a un diputado de Jaldo por haberse quedado con el 70 por ciento de su salario en la Mutualidad Provincial. El apuntado es Daniel Deiana, quien respondió que "el manzurismo continúa con prácticas de las dictaduras para tapar su inoperancia".