Coronavirus

Rusia acusa a Bolsonaro de no autorizar la Sputnik como gesto a Biden

"Es consecuencia directa de la presión del Departamento de Salud de EEUU", denunció Moscú.

 Los desarrolladores de la vacuna rusa y la  Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil protagonizaron un fuerte cruce luego del rechazo de Brasil a la importación de 30 millones de dosis de la Sputnik por considerar que le faltan datos técnicos para verificar su seguridad y eficacia y por una supuesta presencia de un adenovirus replicado (RCA). 

Esto generó un repudio inmediato de los rusos a través de los medios oficiales de Sputnik V en donde informaron que "el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú envió una carta a Anvisa el pasado 26 de marzo, en la que el desarrollador del fármaco confirmaba que los controles de calidad realizados garantizaban que no había RCA presente en la sustancia". 

Además, anunciaron que presentarán una demanda contra Anvisa por difamación, al emitir "declaraciones incorrectas y engañosas" sin "haber probado la vacuna real".

El Gobierno amplía a 30 millones de dosis el contrato con Rusia por la Sputnik

Luego de la declaración del lunes y el enojo de Rusia, Anvisa confirmó que no encontró ningún adenovirus replicado (RCA) en Sputnik V, pero que estaban preocupados por el límite regulatorio teórico de Rusia para ese parámetro

"No se detectó RCA en Sputnik V según todos los controles de calidad, lo que corresponde a los estándares más estrictos, incluida la FDA y otros. Es bueno que Anvisa esté empezando a aclarar la confusión que creó", enfatizaron desde la cuenta de Twitter de Sputnik V.

Independientemente de los aspectos técnico-científicos, Rusia acusa al gobierno de Bolsonaro de temer una mirada política respecto de esta vacuna. Esta hipótesis tiene dos ramas que pueden darle sustento. Por una lado, la negativa del gobierno de Brasil para que los estados actúen con independencia tanto en la toma de medidas restrictivas como en la compra de vacunas.

 No se detectó RCA en Sputnik V según todos los controles de calidad, lo que corresponde a los estándares más estrictos, incluida la FDA y otros. Es bueno que Anvisa esté empezando a aclarar la confusión que creó

Justamentente, los estados del norte y noreste de Brasil firmaron contratos con el Fondo Soberano Ruso (RDIF) para adquirir más de 30 millones de dosis.

En segundo lugar, hay versiones que indican que este rechazo es un gesto de Bolsonaro a Biden en un momento en donde las relaciones entre Brasil y Estados Unidos se encuentran congeladas. "No me extrañaría que Bolsonaro presionara al ministerio de Salud para eso pero dudo que Anvisa se haya prestado para tal maniobra, mas allá de tener al mando un militar", comentó una fuente consultada por LPO. 

Richmond anunció que en junio comienza a producir la vacuna rusa en su planta de Pilar 

En ese sentido, los desarrolladores rusos denunciaron en un comunicado que que veían una motivación política detrás de la decisión.  "La decisión de la Anvisa de demorar la aprobación de la Sputnik V es, lamentablemente, política y no tiene nada que ver con el acceso del regulador a la información ni con la ciencia", plantean.

"Es consecuencia directa de la presión del Departamento de Salud de EEUU, que en su informe anual 2020 declaró públicamente que el agregado sanitario estadounidense 'había convencido a Brasil de rechazar la vacuna rusa'", disparó la misiva.

Bolsonaro había iniciado diálogos con Moscú para producir la Sputnik pero no se concretaron y Rusia avanzó con Argentina y el laboratorio Richmond. 

La Sputnik V tiene una eficacia de un 97,6 %, según comunicó el 19 de abril el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) tras un análisis de los datos de 3,8 millones de ciudadanos rusos vacunados.

Además, actualmente se realizan ensayos clínicos de fase 3 en los Emiratos Árabes Unidos, India, Venezuela y Bielorrusia. De momento, este fármaco ha sido registrado en más de 60 países.

Brasil suma 400 mil muertos y la gran mayoría de sus estados están con más del 90 por ciento de las camas ocupadas y el sistema de salud colapsado.