Gas

López Obrador desafía a Estados Unidos y apuesta a crear un hub energético con Centroamérica

La conexión gasífera de Texas con Centroamérica sigue fuera de las prioridades en la Casa Blanca.

 En los últimos años, y a través de distintos gobiernos mexicanos, se ha analizado impulsar un desarrollo energético entre Estados Unidos, México y Centroamérica, aprovechando la fuerte producción de gas texana. López Obrador no ha sido la excepción, sin embargo, le da un giro al poner su estrategia en el medio de las tensiones entre China y Estados Unidos.

El gobierno ha concentrado sus proyectos más importantes de infraestructura y energía en el sur del país: el istmo, la mega refinería Dos Bocas, modernización de refinerías, rescate de plantas hidroeléctricas, a la par de fortalecer a las empresas energéticas estales, Pemex y CFE. En opinión de expertos, va en la misma ruta de impulsar un "hub" energético que llegue hasta Honduras e impulse el desarrollo de la región.

En contraparte con sus antecesores, le quita protagonismo a Estados Unidos y abre espacios a China. Carlos Salinas de Gortari lo llegó a plantear en el marco de las negociaciones del T-MEC, el gobierno de Fox también lo planteó y durante el de Enrique Peña se promovió en 2015 la construcción de un gasoducto que transportara el gas texano hasta Honduras, incluso se planteó expandirlo al Canal de Nicaragua.

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El plan era hacerlo a través del sistema Los Ramones. Formar hub energético desde América del Norte, que, a su vez, pudiera impulsar las Zonas Económicas Especiales. Pero como se sabe, el proyecto no avanzó. 

El gobierno ha concentrado sus proyectos más importantes de infraestructura y energía en el sur del país: el istmo, Dos Bocas, modernización de refinerías, rescate de plantas hidroeléctricas, a la par de fortalecer a las empresas energéticas estales, Pemex y CFE

Ahora, el gobierno de López Obrador planteó un gasoducto hacia Centroamérica. La propuesta se refuerza con la que hizo en 2019 la Cepal, en el que recomienda la construcción del Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (AIEPAC) y la Ruta del gasoducto México-Países del norte de Centroamérica. Aunque hasta ahora el gobierno se ha centralizado más en el proyecto del gasoducto del Istmo, que tiene como fin alcanzar el mercado asiático.

"En lecturas políticas, lo que le hace ver AMLO a Biden es que Estados Unidos, por primera vez, no encabeza un proyecto que impulsa el desarrollo hacia Centroamérica, con el proyecto que se tiene en el sur sureste con Dos Bocas, la refinería de Minatitlán, la zona de Campeche", dijo a LPO el analista internacional Ignacio Martínez, coordinador del LACEN-UNAM.

Aunado a eso, subraya la participación que la iniciativa le da a China, contraponiéndose a los intereses estadounidenses. "Si bien China no aparece en la palestra y aunque no se mencione mucho, poco a poco va ganando participación en el sur sureste en este tipo de proyectos a través de tecnología", señala Martínez.

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega junto a sus pares de Cuba, Miguel Díaz Canel y de Venezuela, Nicolás Maduro.

Economistas cercanos a ese proyecto en gobiernos anteriores afirman que sería mejor estrategia apoyarse en Estados Unidos, para junto al resto de los países centroamericanos, crear un polo de desarrollo en la región que pudiera contener la expansión China, un fin que no cambió entre Donald Trump y Joe Biden. Una manera también de ofrecer empleos en la región y mitigar la necesidad de migrar hacia el norte.

Sin embargo, los especialistas aceptan que existen retos de distintas índoles. Por ejemplo, en cuanto a los proyectos anteriores, el experto de la UNAM señala: "Hubo muchos intereses voraces en Estados Unidos, por parte de las empresas transnacionales energéticas, por lo que el proyecto quedó en el tintero. Además, están las dificultades en la región, con los problemas de intereses locales, mafias y el vaivén político".

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En opinión de Gonzalo Monroy, analista del sector energético, el proyecto de llevar gas texano hasta Centroamérica también implica una serie de retos. Para empezar, explica, "no hay suficiente demanda y no vas a encontrar a un gran consumidor que pueda activar este proyecto", además recordó que en estos países se ha desarrollado la industria hidroeléctrica, "han tenido un avance notable en renovables", relató. También señaló que, en todo caso, podrían comprar gas licuado de Trinidad y Tobago.

Por su parte, Carranza puntualizó: "El tema de financiamiento siempre ha estado en el centro de la discusión porque los proyectos de integración energética requieren montos elevados. Y también requiere voluntad política"