Perú

Sorpresa en Perú: ganó un sindicalista de izquierda y habrá segunda vuelta con Keiko Fujimori

El docente Pedro Castillo, del partido Perú Libre, fue el candidato más votado y se medirá con Keiko Fujimori el 6 de junio.

Perú sigue generando sorpresas. En una jornada electoral atravesada por la pandemia y con un altísimo nivel de fragmentación, el docente de izquierda, Pedro Castillo, del partido Perú Libre logra el 16,02 por ciento de los votos, según el conteo oficial. 

De esta forma, tras un crecimiento exponencial en la encuestas en el último mes, Castillo se mete en la segunda vuelta del 6 de junio y competirá con la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori que logró superar a Hernando de Soto y Rafael López Aliaga. 

Pedro Castillo encabezó varias huelgas docentes en 2017 y representa una opción de izquierda que en el Perú es considerada "radical". Según detalló el diario El Comercio de Perú, Castillo plantea indultar a Antauro Humala (militar y hermano del ex presidente Ollanta Humala que se encuentra preso desde 2005 por impulsar un levantamiento armado contra el entonces presidente Alejandro Toledo), un "Estado socialista" e "interventor", una "ley que regula los medios de comunicación", retirar a jueces, desactivar el Tribunal Constitucional, estatizar "sectores estratégicos", salir del Grupo de Lima, promover una Asamblea Constituyente para una nueva Carta Magna, entre otras medidas.

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"Nosotros siendo gobierno, inmediatamente bajaremos el sueldo de los ministros y los congresistas a la mitad. Recuperaremos la economía del país rescatándolo de esta gran corrupción. El sueldo vitalicio de los expresidentes tiene que ser anulado de inmediato, así como quitarle también la inmunidad parlamentaria a los corruptos [...] Sacaremos a los jueces que hoy agreden al país, agreden a las organizaciones", dijo Castillo en alguna de sus recientes intervenciones. 

La crisis en Perú se expresa en la fragmentación de sus sistema político y la apatía de la sociedad con sus dirigentes. El próximo presidente tendrá que lidiar con eso, además de una pandemia que ha golpeado con mucha fuerza y un Congreso sin mayorías propias y con la presencia de 11 partidos políticos. 

Los antecedentes recientes indican que los presidentes que no cuentan con mayoría no tiene poder de juego y terminan siendo sometidos a procesos de destitución y obligados a renunciar.  

Castillo logró crecer en las encuestas mediante una narrativa políticamente incorrecta y críticas a un sistema político fragmentado y desprestigiado. Perú Libre se define a sí mismo como un partido marxista-leninista -mariateguista y su líder y fundador, Vladimir Cerrón aseguró que debido al origen "provinciano" del partido, representa al "Perú profundo". 

Sin embargo, se aleja de la agenda de género y está en contra de la legalización del aborto y el matrimonio igualitario a diferencia de buena parte del progresismo latinoamericano con epicentro en los centros urbanos. 

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La particularidad de esta segunda vuelta es que a diferencias de las que tuvo como protagonista a Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuzcynski el antifjumorismo terminaba ordenando los apoyos de los partidos  y muchos de los votos. En los casos anteriores, se dio el caso de que liberales como Mario Vargas Llosa apoyando a un militar nacionalista como Humala o grupos de izquierda votando por un representante del sistema financiero como Kuzcynski solo para impedir la vuelta del fujimorismo al poder. 

En esta elección, ninguna de las opciones expresa los parámetros del sistema peruano para evitar los extremos y eso se vuelve un dilema difícil de resolver. "Es como elegir entre un cancer terminal y coronavirus sin oxigeno ni camas de terapia intensiva", dijo a LPO un armador decepcionado de uno de los candidatos que no entró al balotaje. 

Keiko sabe que esta es su oportunidad y comenzó a construir puentes de diálogo con los candidato de derecha bajo la promesa de que su gobierno defenderá el libre mercado y condenará al regimen venezolano que Castillo defiende.  

De todas formas, mas allá de los discursos de campaña, lo que definirá la suerte del presidente electo será su poder de negociaron en un Congreso sin mayorías, eso reduce la garantía de éxito de cualquiera de los candidatos.