Estados Unidos

Mala señal para Argentina: Biden analiza imponer aranceles al acero y el aluminio

Trump había beneficiado a la Argentina con un cupo libre de exportaciones por 700 millones de dólares que el demócrata podrá dejar sin efecto.

La administración de Joe Biden analiza profundizar los aranceles a la importación de acero a los Estados Unidos impuesto por Donald Trump. La medida podría afectar directamente a la Argentina, que durante la administración del republicano llegó a un acuerdo con Washington que le permite exportar 180 mil toneladas.

A principios de marzo, la flamante secretaria de Comercio de Biden, Gina Raimondo, dijo que los aranceles impuestos a las importaciones de acero y aluminio por la administración del presidente Donald Trump habían sido "efectivos".

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Los aranceles, establecidos por primera vez durante la administración Trump en marzo de 2018, incluían aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio. En mayo de ese año, la administración Trump anunció que había llegado a un acuerdo con Brasil y Argentina para que limiten sus envíos de metales a volúmenes específicos cada año.

Trump acordó con Macri beneficiara al acero y aluminio de Argentina con un cupo libre de aranceles por 700 millones de dólares. La flamante secretaria de Comercio, Gina Raimono, anunció que la administración de Biden podría rever ese beneficio.

En el caso de Argentina, el acuerdo permitía hasta 180.000 toneladas anuales, valoradas en 700 millones de dólares, cifra que según explicó el entonces ministro de Producción, Francisco Cabrera, se basaba en un promedio del acero exportado en los últimos tres años.

Si bien Trump luego amenazó con volver a imponer aranceles, los funcionarios estadounidenses anunciaron a principios de 2020 que Argentina no estaría en la lista de países sancionados. Según Raimondo, la administración de Biden "va a tener una revisión completa de todas estas políticas y decidirá qué tiene sentido retener". Si se reponen los aranceles sería un golpe durísimo parta dos grandes empresas argentinas, la siderurgica Tenaris y la productora de aluminio Aluar.

La secretaria de Comercio, Gina Raimondo.

El Departamento de Comercio  declinó los múltiples pedidos de LPO para comentar sobre este artículo.

En una entrevista con LPO, Christine McDaniel, especialista en comercio internacional e investigadora del Centro Mercatus de la Universidad George Mason, dijo que la administración Biden está bajo mucha presión de los sectores del acero y el aluminio [de Estados Unidos] para mantener los aranceles.

"A menos que exista una presión de contrapeso por parte de los fabricantes y socios comerciales para quitarlos, es muy posible que se queden", dijo.

En enero de este año, cuatro asociaciones de productores de acero y el sindicato United Steelworkers pidieron al presidente Biden que mantuviera los aranceles al acero impuestos por Trump.  

En enero, cuatro de las asociaciones nacionales más destacadas de la industria siderúrgica y el sindicato United Steelworkers instaron al entonces presidente electo Joe Biden a garantizar que se mantuvieran los aranceles y las cuotas de importación del acero.

"La continuación de los aranceles y cuotas [del acero] es esencial para asegurar la viabilidad de la industria siderúrgica nacional frente a este enorme y creciente exceso de capacidad de acero", decía una carta de las organizaciones. "Eliminar o debilitar estas medidas antes de que los principales países productores de acero eliminen su exceso de capacidad, los subsidios y otras políticas que distorsionan el comercio que han alimentado la crisis del acero, solo invitará a un nuevo aumento de las importaciones con efectos devastadores para los productores nacionales de acero y sus trabajadores. "agregó la carta.

La carta advertía que el exceso de capacidad de acero -es decir, el diferencial entre la producción y la demanda- llegaría a 700 millones de toneladas en 2020, ocho veces la producción total de acero de Estados Unidos.

"Desafortunadamente, la recuperación de la industria del acero se vio retrasada por la pandemia de Covid-19, que provocó una caída significativa en la demanda la primavera pasada, forzando dolorosos recortes de trabajo cuando las acerías, los fabricantes y las fábricas de tubos y tuberías recortaron la producción o cerraron por completo, precisaron. "A medida que los clientes han reiniciado la producción, la industria del acero ha comenzado a recuperarse, pero seguimos siendo muy vulnerables a nuevos aumentos repentinos de las importaciones".

Christine McDaniel dijo que pese a que los aranceles lograron parcialmente el efecto deseado, no fueron tan significativos como esperaba la administración Trump, ya que si bien la capacidad industrial de las acerías y las fábricas de aluminio de EU aumentó brevemente, luego disminuyó.

"Creo que los aranceles también han tenido éxito en impulsar los precios del acero y el aluminio en Estados Unidos, lo que ha ayudado a las industrias productoras, pero no produjo el resurgimiento que esperaba la administración Trump", dijo.

McDaniel agregó que "el problema real era que los productores confiaban en estos aranceles para reactivar de manera contundente el acero estadounidense, y es poco probable que eso suceda en el futuro. Los productores también destacan los problemas que causan los gobiernos extranjeros que subsidian sus industrias de acero y aluminio, lo que conduce a un exceso de capacidad y precios más bajos ", agregó. "Los subsidios no han hecho nada para abordar esos problemas".