Bolivia

El partido de Evo Morales perdió ciudades claves en su primer test electoral

En el primer test electoral desde la vuelta al gobierno, el MAS recibió una paliza de una ex integrante en El Alto.

El gobierno de Luis Arce tuvo su primera prueba de fuego en los comicios  regionales del domingo donde se eligieron gobernadores y alcaldes en 340 municipios. 

En términos generales, el MAS se quedó con el control de aproximadamente el 90% de las alcaldías, principalmente de zonas rurales, pero las de las cuatro ciudades principales quedaron en manos de diversas fuerzas de la oposición. Por su parte, la oposición  logró conseguir las alcaldías de las ciudades de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. 

Pero más allá de la extension territorial del MAS, que sigue siendo la principal y única fuerza nacional del país con 270 de 340 municipios, el pulso político se mide en las 9 gobernaciones, las ciudades capitales y El alto, como territorios que organizan la correlación de fuerza en el país del altiplano. 

En ese sentido, el MAS ganó seis departamentos y perdió por paliza en Santa Cruz con el derechista y uno de los protagonista del golpe contra Evo, Luis Fernando Camacho. No obstante el gobierno aspira, según las palabras de propio Evo Morales, a quedarse con ocho provincias. 

Luis Fernando Camacho, líder de la oposición. 

La contrapartida para el MAS es el mal desempeño en en las grandes ciudades del país, su únicas victoria sería en Sucre y Cobija con derrotas importantes Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y El Alto, estas últimas por paliza.

El caso de El Alto es una derrota importante para Evo Morales, ya que, la ganadora fue Eva Copa, ex senadora y presidenta del Senado por el MAS en tiempos del gobierno de facto de Jeanine Añez. Copa fue una de las primeras en cuestionar al estrategia de conducción centralista de Evo Morales desde Buenos Aires, mantuvo un puente de diálogo con el gobierno y presionó para institucionalizar la fecha de las elecciones. 

Evo recibió un sillazo en un plenario de su partido, donde le cuestionan su centralismo

A pesar de las intenciones de la dirigente indígena aymara de recomponer, el MAS terminó echándole por traidora y ella derrotó al candidato apoyado por Evo con un contundente 67 por ciento de los votos. "Tendríamos que haberla echado antes, ahora el daño es mayor y es una derrota toda de Evo", reconoció una fuente del MAS en diálogo con LPO. "Si hubieramos acordado con Copa el salto cualitativo sería otro porque si tenes El Alto, la gobernación de Cochabamba y La Paz, el panorama en el que considera eje troncal sería otro", agregó otro armador crítico de la postura del partido de Evo. 

La contrapartida para el MAS es el mal desempeño en en las grandes ciudades del país, su únicas victoria sería en Sucre y Cobija con derrotas importantes Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y El Alto, estas últimas por paliza.

El problema para el MAS es que Copa tiene proyección y puede interpelar a un sector del electorado que vota por expresiones indígenas. Otras de las criticas que recibe esta dirigente es que su narrativa a punta a una construcción con base aymara pero sin pensamiento de izquierda, algo con lo que podría coincidir el actual vicepresidenta, David Choquehuanca. 

Eva Copa.

Por el lado de la oposición, se refuerza el poderío de Santa Cruz y se suman alcaldías claves como Cochabamba y La Paz. El problema con el que se enfrenta el antimasismo es que todas sus expresiones con regionales y no hay un mismo partido que gane dos capitales. Eso dificulta la construcción de un liderazgo nacional aunque todo indica que Camacho será el más visible de cara al 2025. 

Así las cosas, el MAS se aferra a su condición de partido nacional mientras la derecha consolida su poder en los distritos más importantes con el desafío de construir una propuesta nacional que supere las lógicas regionales.