España

La guerra entre independentistas complica la conformación de gobierno en Cataluña

ERC quiere cerrar un acuerdo rápido pero los leales a Puigdemont prefieren nuevas elecciones.

A ERC no le sobra el tiempo y no va a permitir que Junts ralentice las negociaciones para formar gobierno. El anuncio de la candidatura del ministro de Salud, Salvador Illa a la investidura obliga a los republicanos a buscar un pacto exprés con los de Puigdemont y, ante las respuestas esquivas recibidas desde el pasado domingo, ha fijado ya una fecha límite para llegar a un acuerdo: el 12 de marzo.

Según explican a LPO cargos de Esquerra bien situados en el actual gestión de la Generalitat, ese día está prevista la constitución del nuevo Parlament, con la elección de la Mesa y la Presidencia de la Cámara. Una votación clave para ERC a la hora de negociar con Junts.

En las dos últimas legislaturas, los republicanos formaron parte de los gobiernos presididos por Puigdemont y Torra a cambio de las vicepresidencias para Junqueras y Aragonès, una serie de consejerías, y la presidencia del Parlament. La idea, ahora, es llegar al mismo acuerdo, pero cambiando los ‘sillones': presidencia de la Generalitat para ERC y del Parlament para Junts.

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Ese es, de hecho, el "reparto lógico" después de los resultados electorales del pasado domingo, pero lo cierto es que los mensajes de Junts no están siendo claros: "El domingo aceptaron nuestra victoria, pero ya el lunes hablaron de un empate técnico", apuntan los cargos de Esquerra consultados.

Las mismas fuentes señalan que algunos de los actuales consejeros de Junts prefieren que se forme Govern cuanto antes para tratar de "asegurar sus asientos". De la misma opinión es Elsa Artadi, a la que no le importaría abandonar el Ayuntamiento de Barcelona y regresar a la Generalitat.

Laura Borràs duda sobre la conveniencia o no de compartir Govern con ERC, pero estaría a favor de llegar a un acuerdo rápido con los republicanos para blindar así la presidencia del Parlament, "que algunos apuntan que querría ocupar ella misma". No obstante, advierten desde ERC, "los más próximos a Puigdemont, y el propio Puigdemont, prefieren alargar las negociaciones e, incluso, provocar nuevas elecciones para tratar de mejorar los resultados del domingo".

Ante esta estrategia, Esquerra tiene decidido plantear un ultimátum a Junts: o hay acuerdo para formar Govern antes del 12 de marzo, o Laura Borràs y su grupo parlamentario se quedarán sin presidir el Parlament. Una posición que los republicanos consideran "lógica", ya que "si no quieren formar una nueva coalición, no tenemos por qué darles la presidencia".

Laura Borras, de Junts.

Estar al frente del Parlament no es algo baladí, ya que la Mesa y la presidencia de la Cámara tendrán que decidir sobre importantes cuestiones. Entre ellas, qué hacer si la propia Laura Borràs es inhabilitada por el Tribunal Supremo: "Por eso ella no quiere repetición electoral... y quiere la presidencia de la Cámara", destacan en ERC.

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Las necesidades de Borràs, por tanto, juegan a favor de Esquerra, que planea unas negociaciones duras con Junts: "El Parlament se constituye el 12 y para entonces debe haber acuerdo de Govern". De no darse esta circunstancia, "hay que recordar que tanto nosotros como el PSC quedaron por delante de Junts y podemos aspirar a la presidencia del Parlament, y que si nosotros llegamos a un pacto con la CUP o los Comuns también pude ser para ellos".

Todos los partidos están de acuerdo en algo, que es dejar fuera a Vox. Tampoco entrarán PP y Ciudadanos

Lo que tienen claro en ERC es quiénes no formarán parte de la Mesa: "Todos los partidos estamos de acuerdo en algo, que es dejar fuera a Vox". Tampoco entrarán PP y Ciudadanos, que quedaron por detrás de la candidatura encabezada por Ignacio Garriga el pasado domingo.

El veto a Vox, por tanto, pone de acuerdo al PSC con todas las formaciones invitadas por Esquerra a integrar un "frente amplio" dentro del Govern, donde tendrían cabida, según los republicanos, representantes de Junts, de la CUP y los Comuns. No obstante, avisan en ERC, ese será el único punto de entendimiento con los socialistas.

Las mismas fuentes confirman que ya ha habido una conversación telefónica entre Pere Aragonès y Salvador Illa, pero insisten en que "no habrá ningún acuerdo de gobierno con el PSC". La clave es Junts y los republicanos los saben. El reto, ahora, es lograr un acuerdo en tres semanas. Y ya tienen decidido cómo presionar a Borràs.