España

Murió Francisco Luzón: "el mejor ejecutivo español en Latinoamérica"

El banquero español lideró adquisiciones como las de Serfin en México o el brasileño Banespa, con el que integró otros seis pequeños bancos para dar lugar a Banco Santander Brasil. Pero controlaba una franquicia que llegaba a otros 8 países de la región.

Hoy ha muerto Francisco ‘Paco' Luzón (1948), tras más de cuatro años de lucha contra la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Es conocido, principalmente, por haber sido el gran artífice de la expansión de Santander en Latinoamérica. Sin duda, fue un gran referente en la región, y fueron muchas las empresas que quisieron replicar su figura: "necesitamos un Paco Luzón para Latinoamérica", se escuchaba decir en firmas como Telefónica, entre otras. No era sencillo.

El banquero, natural de El Cañavate, Cuenca, lideró adquisiciones como las de Serfin en México o el brasileño Banespa, con el que integró otros seis pequeños bancos para dar lugar a Banco Santander Brasil. Pero controlaba una franquicia que llegaba a otros 8 países de la región.

Inició su actividad profesional en el Banco de Vizcaya, donde estuvo desde 1972 hasta finales de los 80, llegando a ser parte de la guardia de corps del presidente Pedro Toledo, junto a otros como Ángel Corcóstegui o Alfredo Sáenz. En aquellos tiempos, Luzón fue un pilar para Toledo en la lucha casi fratricida con el Banco Bilbao, grupo con el que estaban fusionándose de manera amistosa (teóricamente) y que terminó con el dominio de los bilbaínos por la repentina muerte del propio Toledo.

 Inició su actividad profesional en el Banco de Vizcaya, donde estuvo desde 1972 hasta finales de los 80, llegando a ser parte de la guardia de corps del presidente Pedro Toledo, junto a otros como Ángel Corcóstegui o Alfredo Sáenz.

De convicciones socialdemócratas, fue llamado por el ministro Carlos Solchaga a finales de 1990 para presidir el Banco Exterior, con un mandato: reorganizar la banca pública (Corporación Bancaria Española) y privatizarla. La llegada del Partido Popular al poder en 1996 provocó su salida de lo que se había convertido en Argentaria, siendo sustituido por Francisco González, quien acabaría presidiendo BBVA.

Tras unos meses de prudencial cautela, fichó por Santander, formando parte del núcleo duro de Emilio Botín, compuesto por Ana Botín y los hermanos Rodríguez Inciarte, haciéndose cargo de la estrategia y con rango de vicepresidente y adjunto a presidencia. En enero de 1999, Santander se fusionó con Banco Central Hispano y fue entonces cuando le entregaron la responsabilidad de Latinoamérica.De paso, fue consejero durante muchos años de Inditex, empresa en la que se implicó también activamente.

Siempre gozó del reconocimiento de mejor ejecutivo español en la región. "Ningún otro ha desarrollado esa labor tan global, que supone vivir más de la mitad del año allá, viajar continuamente, integrar equipos de distintos países en un grupo español, relacionarse con los poderes políticos; con la enorme complejidad que todo eso supone en conjunto...", indican fuentes que colaboraron con él en su día. "Con todos los respetos, otros no le llegaban a la suela de los zapatos", añaden.

Sin embargo, pese a que Latinoamérica era el pulmón del beneficio de Santander, su relación con Emilio Botín fue desgastándose con los años. Codazos por la sucesión con Ana Botín o Alfredo Sáenz, críticas veladas en voz más o menos alta... un poco de todo. La realidad es que en 2012 dejaba el grupo, con cierto mal sabor de boca aunque también con una generosísima compensación, de 56 millones de euros.

No estaba dispuesto a dejar el mundo de los negocios a sus 64 años y poco después de su salida, apareció en el consejo de la recién fusionada aerolínea Latam (Lanchile y la brasileña TAM). Siempre su querida Latinoamérica. Su nombramiento como consejero fue todo un bombazo en la nueva compañía.

 De convicciones socialdemócratas, fue llamado por el ministro Carlos Solchaga a finales de 1990 para presidir el Banco Exterior, con un mandato: reorganizar la banca pública (Corporación Bancaria Española) y privatizarla

Ya lo era de Willis y al poco se supo de su entrada en los consejos de otras firmas como el fondo Cerberus o Haya Real Estate. En los mentideros madrileños se comentaba que estaba muy activo, con una agenda cargada; celebrando reuniones y almuerzos casi a destajo. Se esperaba en breve que irrumpiera con algún proyecto: tal vez un fondo, la compra de algún pequeño banco, alguna corporación financiera... "Se está viendo con todo el mundo y está abierto a todo", señalaban fuentes financieras entonces.

Pero poco después, en 2016, anunció que sufría ELA, enfermedad contra la que ha luchado, dando la cara, creando una fundación y buscando apoyos entre las mas altas esferas, con cierta decepción por su parte, por cierto.

Quienes le conocen lamentan que, después de haber tenido una vida laboral tan dura, que sin duda le ha ocasionado fuertes consecuencias personales, no haya podido disfrutar de un retiro dorado. Muere muy joven, con 73 años.

Queda su legado como ejecutivo en Latinoamérica, en unos tiempos en los que el Continente era realmente un Dorado para las compañías españolas. Hoy no es así, pero también es cierto que el talento desplazado por las corporaciones Ibex seguramente no es tan bueno como lo fue en su día.