Crece el rechazo de los rosarinos al nuevo sistema de transporte implementado por Javkin
En el marco de la emergencia por la pandemia, el intendente de Rosario Pablo Javkin implementó un fuerte recorte en el sistema de trasporte público haciendo uso de las facultades extraordinarias que le otorgó la mayoría automática del Concejo Municipal.
La nueva modalidad entró en vigencia el 25 de enero y en las primeras tres semanas sumó el rechazo masivo de los usuarios. Tal es así que una encuesta incidental realizada por el Observatorio Social del Transporte arrojó que el 75 por ciento de los pasajeros calificó negativamente a la reforma.
[Indignación en los barrios de Rosario porque Javkin los deja sin colectivos]
De los 286 usuarios encuestados, el 42% calificó al nuevo sistema como "muy malo", el 32,2% como "malo" mientras que solo el 25,8 lo consideró positivo, indica el informe. Las principales críticas, los vecinos esgrimieron la ampliación de los tiempos de espera en las paradas (27%), el empeoramiento de los recorridos (23.5%), la reubicación de paradas a mayor distancia entre ellas (22,5%) y que los viajes son más largos, el 5 por ciento.
Pero el dato más inquietante que arrojó el cuestionario cuando se espera que con la llegada del otoño los contagios se aceleren, es que el 22 por ciento de los encuestados advirtieron que viajaron amontonados debido a la dilatación de las frecuencias.
Además, el precio del boleto se disparó a 45 pesos, lo cual generó mayor irritación en la población que depende del transporte público: "nos aumentan el colectivo para brindarnos un servicio peor del que teníamos", reflexionaron los vecinos en un grupo de wasap que armaron los vecinalistas y donde reciben las críticas.
Es que el tema de la violencia que atraviesa Rosario no es un tema secundario para los trabajadores que deben salir en horas de la madrugada para tomarse un colectivo y tiene que caminar más para llegar a la parada y esperar mayor tiempo por la demora en las frecuencias lo cual, en muchos lugares, es una cuestión de suerte llegar a destino sin que te pase algo, sostuvo un vecinalista que pidió reserva de su nombre.
"Las críticas de los usuarios son una consecuencia lógica de haber diseñado una reforma basada en criterios exclusivamente comerciales para mejorarle el índice de pasajeros transportados por kilómetros recorridos, sin tener en cuenta que se está prestando un servicio público", evaluó el concejal Eduardo Toniolli del bloque Frente de Todos e integrante del Observatorio del Transporte.
"Cuando se discutió la emergencia en el Concejo Municipal, nuestro bloque fue el único que votó en contra, pero no nos paramos solo desde la negativa, planteamos alternativas que incluían formas de financiamiento que evitaran un ajuste tan brutal", señaló Toniolli.
En ese sentido, recordó que propuso la creación de un Fondo Anticíclico que presentó a mediados del año pasado y se proponía suplir -en parte- la baja de recursos producto de la caída en la actividad económica y de la disminución de usuarios del transporte urbano provocada por la pandemia".
"Proponíamos un aumento de la alícuota del Derecho de Registro e Inspección (DREI) a las actividades desarrolladas en los puertos (del 6,83 al 15,75 por mil), y a las entidades bancarias (del 29 al 35 por mil)", señaló el edil justicialista, y amplió: "a valores actuales estimamos que lo recaudado por este fondo sería de $20 millones mensuales, las partes de lo que el Municipio se ahorra por medio de los recortes de servicios que viene aplicando".
Según el informe del Observatorio, el análisis económico al comparar las grillas horarias actuales con las de hace un año, arroja que la Municipalidad de Rosario se ahorra aproximadamente 30 millones de pesos mensuales gracias al recorte de servicios efectuado.
"Lamentablemente el oficialismo y sus aliados, a la hora de discutir la emergencia, no abrieron el debate sobre esta y otras iniciativas que apuntan a financiar el sistema, y podrían evitar o morigerar los recortes y los aumentos de tarifas, que terminan empujando a más usuarios afuera", sostuvo el concejal.
"Nosotros sostenemos que el transporte público es la columna vertebral del funcionamiento de la vida económica de una ciudad, por lo que resulta lógico y razonable que actividades económicas que se sirven de ese servicio -y siguen teniendo ganancias extraordinarias aún en medio de la pandemia- aporten a su funcionamiento, y más en una etapa de crisis", concluyó Toniolli.