Mestre busca una banca de diputado para reposicionarse a nivel nacional
Ramón Mestre comenzó a dar sus primeros pasos para reinventar el liderazgo que alguna vez fue incuestionable en el radicalismo de Córdoba. Dejará en manos de lugartenientes los espacios del Comité y buscará un lugar en el Comité Nacional de la UCR, como uno de los cuatro delegados que tiene Córdoba.
Para ese cargo se presentará en la interna del radicalismo de Córdoba, que tiene fecha prevista para el 14 de marzo. Una semana después, él dejará de ser el titular del Comité Provincia. A esa elección va en alianza con el sector que lidera Mario Negri y con dos sellos alfonsinistas. Negri, en cambio, no se postulará para convencional nacional.
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El sello de ambos líderes se llama Convergencia Córdoba Radical, y busca cerrar las heridas que dejó la derrota del 12 de mayo de 2019, cuando, dividido, el radicalismo perdió la elección y entregó la Ciudad de Córdoba a Martín Llaryora.
Convergencia disputará la conducción del radicalismo con la alianza Sumar, que lidera Rodrigo de Loredo. Pero Mestre se bajó de la candidatura a presidente para quedarse con una silla en la estructura nacional del partido.
"Hay que reposicionar al partido y modernizarlo; darle un giro respecto de la presencia en la agenda pública y en la discusión dentro del espacio Juntos por el Cambio", dijo Mestre, quien no se sale del guión y repite: "Aún no es tiempo de candidaturas".
En 2019, Mestre rechazó integrar la lista de Diputados Nacionales de Juntos por el Cambio, que hizo una elección histórica y sentó a seis parlamentarios. Ahora, aunque disimula, irá por una banca. En el radicalismo nacional Mestre tiene el aval de Enrique "Coty" Nosiglia, fundador junto a Ramón Mestre padre de la Junta Coordinadora Nacional. La última vez que Nosiglia apareció públicamente en Córdoba lo hizo en la asunción de Mestre como presidente del partido, tres años atrás.
El ex ministro del Interior, Enrique "Coti" Nosiglia.
Sentado en Diputados, Mestre podría buscar el cargo que ocupa Negri, quien se proyecta como candidato a senador en octubre. Esa es la especulación de dirigentes que responden a Mestre y que ven que una exposición nacional puede quitarle el lastre del fracaso de 2019, cuando cosechó para la Gobernación 210 mil votos y quedó tercero, con un notable voto castigo en la ciudad de Córdoba, de la que era intendente.
En la compleja rosca del radicalismo de Córdoba, Mestre pretende quedarse con una llave importante: la presidencia del Congreso Provincial, que define la política de alianzas locales. Allí quiere sentar, en el marco del acuerdo con Negri, a Facundo Cortez Olmedo, un incondicional.
En 2009, Mestre logró un escaño en el Senado por la minoría, y a los dos años fue electo intendente. "Un plan que ya funcionó", dice un mestrista que se entusiasma con el regreso de su jefe al Congreso.
"La situación es desesperante, no puedo entender la lucha intestina que impulsan algunos dirigentes mientras las familias necesitan 50 mil pesos para sobrevivir", ensaya Mestre el discurso nacional.