Se sancionó la ley que restringe el endeudamiento y condiciona el acuerdo con el FMI
La Cámara de Diputados sancionó la ley que obliga al Gobierno a pedir autorización al Congreso para tomar deuda en los mercados externos o acceder a un empréstito con el FMI e impide utilizar en gastos corrientes recursos obtenidos por cualquiera de estos canales.
Cambiemos respaldó en general el proyecto pero rechazó esta última restricción, incorporada en el Senado, por considerarla menor a la que ya existe en el artículo 56 de la ley de administración financiera y rara vez se cumple. "Se entiende que la deuda pública interna sí se puede usar para gastos corrientes, cuando estaba prohibido", interpretó el radical misionero Luis Pastori.
El macrista Luciano Laspina sostuvo que el artículo 60 de esa norma colisiona con el 1 de la ahora sancionada, denominada de "sostenibilidad de la deuda", que obliga a establecer en cada ley de presupuesto el monto previsto de títulos en el exterior a tomar. En caso de necesitar más, los gobiernos deberían enviar proyectos con los detalles y los motivos.
De todos modos, Laspina anunció que Cambiemos votaría en favor en general y rechazaría algunos artículos. "La ley trae cierta claridad respecto a la potestad del Poder Ejecutivo de prorrogar la jurisdicción en materia de endeudamiento. Algunos ejecutivos lo hacían por decreto, otros por ley. Esto salda de alguna forma el debate".
El proyecto fue aprobado con 233 votos y el rechazo de los 2 diputados de izquierda. Fue enviado por Martín Guzmán al Senado después de su acuerdo con los bonistas externos y al inicio de una negociación con el FMI que aún no tiene un final cercano. "Este proyecto va a marcar un hito en la historia legislativa de nuestro país en relación con los antecedentes del endeudamiento público", celebró Carlos Heller, del Frente de Todos.
Fernanda Vallejos, también del oficialismo, consideró que esa ley servirá como "un resguardo poderoso" para evitar préstamos como el otorgado por ese organismo y de ese modo le marcó la cancha al ministro sobre los alcances de un acuerdo, que busca cerrar en mayo.
"El estatuto del FMI prohíbe el uso de los fondos prestados a los países para financiar salidas considerables de capitales como la que estaba sucediendo en Argentina. Pero pasó por encima de sus propias normas", denunció la diputada.
"Esperamos que este proyecto, en el marco de un nuevo pacto social en el que debe basarse la reconstrucción del país, resulte un elemento constitutivo: el del 'Nunca más' a los procesos de fuga y endeudamiento", agregó Vallejos.
El consenso entre las dos fuerzas no impidió un nuevo debate sobre los alcances de la deuda del gobierno de Mauricio Macri, recurrente desde la llegada de Alberto Fernández, aun en proyectos que logren unanimidad.
Itai Hagman, del Frente de Todos, recordó que las tres mayores crisis económicas se sucedieron por un ciclo de sobre endeudamiento con acreedores y rescate de organismos internacionales. "Durante los primeros años de Macri hubo tasas de 40% en dólares que no existen en ningún lugar del mundo y se usaron para fugar divisas", denunció.
Laspina le respondió. "No se puede entender el proceso estanflacionario en el que está Argentina sin entender antes el proceso de vaciamiento que hizo el kirchnerismo del Banco Central de la República Argentina durante los años que le tocó administrar".
"No se puede entender la deuda de la gestión de Cambiemos sin entender que el kirchnerismo dejó 8 puntos de déficit fiscal consolidado, que hubo que reducir con sangre, sudor y lágrimas, y que le costó la reelección al gobierno de Macri", cerró el santafesino.
Más conciliador fue Alberto Asseff, también del PRO. "Tenemos algunas disidencias, pero fundamentalmente creemos que hay que cancelar la deuda externa argentina en forma sustentable, es decir, simultáneamente al crecimiento del país para poder estar en condiciones de cancelar deuda", señaló.