Coronavirus

Una gremialista docente comparó a las escuelas con las fiestas clandestinas

La Ciudad busca retomar las clases el 17 de febrero con "la máxima presidencialidad posible", aunque dependerá del nivel de contagios.

La Secretaria gremial de UTE-Ctera, Alejandra Bonato, comparó la apertura de escuelas con el peligro que conllevan las fiestas clandestinas, tras una reunión de los gremios con las autoridades porteñas para organizar el inicio de clases.

La presencialidad es la gran discusión que precede al comienzo del ciclo lectivo 2021. El gobierno de la Ciudad planea comenzar los cursos el 17 de febrero con la "máxima presencialidad posible", un concepto que en sí mismo no explica gran cosa.

Tras el encuentro Bonato explicó por qué el gremio que representa se opone a la vuelta de clases presenciales en el actual contexto epidemiológico.

La Ciudad insiste con comenzar las clases en febrero, pero no se sabe si serán presenciales

"Nos ha sido muy pesado sostener la escuela abierta a través de clases virtuales. Nos resultó muy pesado a nosotros, a los pibes y pibas y a los padres. Estamos todos muy agotados después de un año de virtualidad. Pero la realidad es que los contenidos se pueden recuperar; la vida, en cambio, no", dijo al canal TN.

La docente comparó los efectos de las fiestas clandestinas, donde se supone que se producen gran parte de los actuales contagios, con lo que podría suceder si regresan las clases presenciales.

"En este momento en la Ciudad de Buenos Aires tenemos 1.348 contagios y 8 muertes. Es la misma cifra del mes de junio de 2020, donde todo estaba cerrado, no solamente las escuelas. Nosotros tenemos colegios de 1.000 docentes, como por ejemplo la escuela Raggio. El nivel de circulación dentro de una escuela es tan alto que podría compararse con una fiesta clandestina. En este caso, serían fiestas clandestinas habilitadas por el Gobierno", aseguró.

Los gremios más combativos como UTE y Ademys ya expresaron su rechazo al comienzo de clases con la actual situación epidemiológica. Nicolás Trotta, aseguró que "la vacuna no es condición indispensable para la presencialidad" en las aulas. El funcionario adelantó que la semana próxima se definirá "en el marco del Consejo Federal de Educación un esquema de priorización en el orden de vacunación de los docentes porque son más 1,3 millón de docentes y no docentes".

Si bien no dio precisiones y Nación tampoco puede decidir cuándo se dará la apertura de escuelas, el ministro explicó que buscará "maximizar la presencialidad de cara a este ciclo lectivo". Su idea se pareció bastante a la expresada por el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, que habló de iniciar las clases "con la máxima presencialidad posible".

La reunión entre los gremios docentes y los funcionarios porteños.

Como explicó LPO, integrado por todas las provincias del país, el Consejo Federal de Educación había diseñado un semáforo que permitía o no la vuelta a clases en los distintos distritos en relación con el número de casos de las últimas dos semanas respecto de las dos anteriores. En ese esquema, si el cociente era menor a 0,80, los distritos podían avanzar normalmente con los cursos. Si el resultado era menor a 1,20 podrían desarrollar algunas clases, mientras que si era mayor a 1,20 las instituciones no podían tener ningún tipo de actividad.

Actualmente en la Ciudad la división entre los últimos 14 días y los anteriores 14 llega a 1,88, por eso si los criterios se mantienen no podría haber ningún tipo de clase presencial. En la Provincia ocurre algo similar: el cociente da 1,52.

"Nadie sabe cómo va a seguir virus. No lo digo yo, sino que lo manifestó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, quien dijo que iban a seguir evaluando la situación epidemiológica", señaló Bonato sobre las posibilidades de que se retomen las clases "físicas".