Julian Assange

"El caso Assange es incómodo para el periodismo tradicional"

"El caso Assange es bastante incómodo para el periodismo tradicional, porque expuso sus límites para publicar información de interés público", afirmó a LPO el especialista Martín Becerra.

La decisión de la justicia británica de rechazar el pedido de extradición de Julian Assange a Estados Unidos permite que el fundador de Wikileaks evite procesamientos por 17 delitos que podrían llevarlo a pasar el resto de su vida en una cárcel de máxima seguridad de la potencia del norte.  

Los fiscales de Estados Unidos que impulsan la acción penal en su contra, invocan violaciones a la ley de espionaje, la ley de fraude y abuso informático por parte de Assange, por la difusión de registros militares y otros documentos confidenciales, delitos que podrían derivar en una condena de 175 años de prisión.

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El fallo de la jueza británica Vanessa Baraitser que evitó su extradición por el riesgo que Assange se suicide ante la posibilidad concreta de pasar el resto de sus días en prisión, no abordó la cuestión de fondo. Para su pronunciamiento se basó en la frágil salud mental de Assange y apenas sobrevoló el debate sobre la libertad de prensa que gira alrededor de la detención del fundador de WikiLeaks.

Los cables secretos que Assange difundió expusieron crímenes de guerra estadounidenses en Irak y Afganistán, archivos sobre las detenciones extrajudiciales en la prisión de Guantánamo y cables diplomáticos que revelaron violaciones de los derechos humanos en todo el mundo. Un representante del Departamento de Justicia de Estados Unidos anticipó al Washington Post que el gobierno de Donald Trump apelará el fallo. 

Medios como The Guardian o El País, que en un principio patrocinaron las revelaciones de Wikileaks, comenzaron a dosificar su publicación y evitaban publicar aquello que consideraban peligroso o contrario a intereses económicos. Esto produjo una ruptura con Assange.

LPO consultó al especialista en medios e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, Martín Becerra, quien afirmó que "el caso Assange es bastante incómodo para el periodismo tradicional". 

"En un principio, las revelaciones de Wikileaks contaron con el patrocinio de grandes medios del mundo como The Guardian o El País, que dosificaban la apertura de los archivos que se difundían.  Esto produjo una ruptura porque la difusión de ese material era sesgado y no publicaban todo aquello que se considerara peligroso o contrario a intereses económicos", señaló Becerra. 

El investigador Martín Becerra.

"Esto motivó la decisión de Assange abrir toda la base de cables y expuso las limitaciones del periodismo", agregó Becerra, quien también consideró que "hubo complicidad de las grandes agencias de noticias ante la detención, el armado de las causas y las denuncias que, de tratarse de otra persona, hubiera merecido una investigación periodística mucho mas seria". 

"Wikileaks difundió información de interés público que involucró decisiones diplomáticas y políticas de una de la potencia más importante del planeta y es eso lo que merecería el apoyo. Es el ABC del periodismo", planteó Becerra. 

Hubo complicidad de las grandes agencias ante la detención, el armado de las causas y las denuncias que enfrentó Assange. De tratarse de otra persona, hubiera merecido una investigación periodística mucho mas seria.

Becerra señaló que "Wikileaks recibió la información de una fuente y este silencio ante su situación, fue muy solidario con el interés geopolítico de Estados Unidos y no tuvo en cuenta que se está vulnerando ese derecho básico de la actividad periodística". "¿Assange cometió errores procedimentales? Probablemente sí, como lo puede haber hecho el New York Times, The Guardian o cualquier otro medio de referencia de Occidente. Pero esto es secundario, lo primero es que hay un elefante dentro de la sala que expuso los limites del periodismo mainstream", concluyó.

Como sea, esta no es la primera vez que un tribunal británico enfrenta la tensión entre libertad de prensa y secretos militares y opta por evitar el tema de fondo. En 2018 el Tribunal Superior británico bloqueó la extradición del activista Lauri Love, acusado de hackear computadoras de la Casa Blanca para robar datos confidenciales. En esa ocasión, los abogados de Love presentaron pruebas de que sufría de depresión y que intentaría quitarse la vida si lo extraditaban y los fiscales estadounidenses retiraron los cargos.

Carlos Poveda es abogado de Julian Assange en Ecuador y fue uno de sus defensores cuando estaba asilado en la Embajada ecuatoriana en Londres, en ese momento bajo la protección del presidente Rafael Correa. 

Carlos Poveda, abogado de Julian Assange en Ecuador.

En un diálogo exclusivo con LPO, Poveda planteó que "el fallo dejó sabor a poco. La jueza evidenció el estado de salud mental pero no hace ningún análisis de los derechos de Julian Assange como la libertad de expresión y el derecho a la información y que no cometió ningún ilícito, sino que está adecuado a la primera enmienda. Eso evidencia que a pesar de que puede ser un resultado favorable no expresa lo que se demostró en las audiencias en donde quedó claro que existió persecución de Estados contra una sola persona". 

El fallo dejó sabor a poco. La jueza no hace ningún análisis de los derechos de Julian Assange como la libertad de expresión y el derecho a la información y no confirma que no cometió ningún ilícito, sino que está adecuado a la primera enmienda. 

"Hubo una persecución infame desde Estados Unidos en conspiración con  Reino Unido, Ecuador y Suecia, que evidencia una situación de acceso a la información y afectación a la prensa y a los medios de comunicación en general cuando decidís transparentar información contra Estados poderosos como los que están pidiendo la extradición", agregó Poveda. 

El abogado señaló que "a ningún Estado poderoso le gusta que se publiquen las afectaciones a los Derechos Humanos y persecución a periodistas. Ese es el poder que tiene el Estado y cómo es oculto nadie lo puede increpar, así como las agencias privadas y las corporaciones que decidieron callar", añadió el letrado.  

El abogado también sostuvo que "siempre hubo una intención de disciplinar y controlar a la prensa crítica para manejar o controlar toda la información. Funciona como una ley mordaza en donde el resto se deberá sostener desde el miedo para no sufrir las mismas consecuencias". 

Poveda se refirió también al gesto del presidente de Mexico, Lopez Obrador, de otorgarle asilo político al periodista australiano: "Es un gesto importante pero todavía hay que sortear algunos obstáculos jurídicos como la libertad bajo fianza que, en caso de ser concedida, puede venir con condiciones como no salir de territorio británico". 

La trama de este caso tiene elementos políticos muy claros, no solo en relación al accionar estadounidense durante los conflictos bélicos en Medio Oriente y Guatánamo sino en el telón de fondo que llevó al gobierno ecuatoriano de Lenin Moreno de retirarle el asilo en su embajada y entregarlo a la justicia británica. 

En un reportaje realizado en abril de 2019, el ex canciller de Ecuador Ricardo Patiño, sostuvo que "la detención de Assange es parte del acuerdo de Moreno con el Fondo Monetario Internacional". Algunos meses después se oficializó un préstamo de 4.200 millones de dólares de ese organismo, firmado un mes antes del encarcelamiento.