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Lavagna rechaza la movilidad jubilatoria y Schiaretti vuelve a ser clave

Los diputados de Lavagna y los socialistas anticiparon que no colaborarán. El Gobierno necesita de los cuatro cordobeses para estar tranquilo.

Roberto Lavagna volvió a complicar una ley indispensable para Alberto Fernández: sus diputados informaron que no votarán el proyecto de movilidad jubilatoria, que de esta manera no cuenta aún con respaldo suficiente para ser sancionado antes de fin de año y una vez más resulta esencial la ayuda del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti. 

"La propuesta del Frente de Todos y de Alberto Fernández no resuelve el problema del achatamiento y de la pérdida de poder adquisitivo. Tenemos la nuestra y la vamos a defender: una fórmula más justa, con garantía de que no se perderán ingresos reales sobre la base de considerar parámetros como el costo de vida, la recaudación, los precios y los salarios", firmaron en un comunicado los tres diputados de Consenso Federal, Jorge Sarghini, Graciela Camaño y Alejandro "Topo" Rodríguez. 

El Senado aprobó la fórmula de movilidad jubilatoria e intentan que sea ley antes de fin de año

Pero también se sumaron los socialistas Luis Contigiani y Enrique Estévez, el primero con un proyecto de fórmula alternativa que habría tenido el visto bueno del ex ministro de Economía. El índice del gobierno combina en partes iguales el aumento de la recaudación con el de los salarios, tomados estos según la cifra más alta entre las mediciones del Indec y del Ministerio de Trabajo (Ripte).

En Cambiemos creen que los jubilados ganarán menos porque no se contempla la inflación, que integraba el 70% de la fórmula que rigió entre 2017 y 2019, junto a otro 30% del Ripte. Alberto Fernández la suspendió ni bien asumió porque consideraba imposible cumplirla con un 55% de inflación en 2019 y este año dispuso cuatro aumentos por decreto, que según los cálculos oficiales, le permitieron ganarle a la inflación a los jubilados de la mínima, que son la mayoría, pero no así a los demás. 

La propuesta del Frente de Todos y de Alberto Fernández no resuelve el problema del achatamiento y de la pérdida de poder adquisitivo. El sistema previsional argentino está quebrado y es indispensable aumentar la cantidad de aportantes. 

Los lavagnistas no tenían una propuesta alternativa cuando el proyecto llegó al Senado. En otro comunicado, la respaldaron y sólo propusieron dos modificaciones: actualizar los haberes en un plazo menor a seis meses y fijar un piso ligado a la canasta básica. La primera fue contemplada (pasó aun trimestre), pero no sirvió de nada. 

"Una vez más sigue soslayándose el problema de fondo, que no se soluciona con una fórmula de actualización: el sistema previsional argentino está quebrado y es indispensable aumentar la cantidad de aportantes, lo que se puede lograr incorporando al 50% de los trabajadores privados que hoy están en la informalidad y creando trabajo. Ese es el gran mandato social que debe cumplir el gobierno", señaló el tridente cercano al economista.  

Lavagna y Schiaretti son claves para sancionar la nueva movilidad jubilatoria

La movilidad fue aprobada por el Senado el jueves, mientras Diputados trataba la ley del aborto; Massa y Máximo Kirchner se propusieron sancionarla la última semana del año, pero como están las cosas no será fácil llegar a una mayoría sin golpear las puertas de Schiaretti, que tiene 4 diputados leales a lo que pida.  

El Frente de Todos suma 118 votos, con Massa incluido y el José De Mendiguren de licencia (preside el Bice, pero puede volver si hace falta). Son 11 menos que la mayoría y si quiere alcanzarla necesita de aliados que suelen ayudar intermitentemente: los 6 del bloque del mendocino José Luis Ramón (misioneros y rionegrinos, entre otros), la dupla Felipe Álvarez (La Rioja) y Antonio Carambia (Santa Cruz) y la neuquina Alma Sapag. Quedan sueltos el bonaerense Eduardo Bucca y el salteño Andrés Zottos, aliados de Lavagna en la última elección y jugadores libres en el Congreso. 

Juan Schiaretti. 

Como suele ocurrir cuando los números están tan finos, más de uno comenzará a estudiar en detalle su postura. Por caso, Álvarez y Carambia, opositores a los gobiernos peronistas de sus provincias, se prometieron un zoom la semana que viene para revisar los próximos pasos a seguir. Sapag votó en contra de la fórmula de Macri hace dos años y aún no definió postura. 

De esta manera, los cordobeses vuelve a tener la llave de una victoria segura, como ocurrió con la ley que le quitó fondos de coparticipación a la Ciudad, pero por ahora no tienen postura tomada y, como acostumbran, la brindarán sobre la hora de la votación. Aunque antes uno de sus diputados, Paulo Cassinerio, la anticipará posición en la comisión de presupuesto, que junto a la de previsión social buscará dictamen un día antes de llevarlo al recinto. 

El plenario será un día antes de la sesión, que todavía no tiene fecha. En Diputados especulan que la movilidad se trataría el 29 de diciembre, para volver a empardarla con el debate del Senado, que ese día podría ser ley, y desviar la atención. No hay mucho más tiempo que esperar: el 31 de diciembre vence la suspensión de la fórmula anterior.