Coronavirus

La estrategia de vacunación por etapas de España: garantía de suministro y generar confianza

El ministro Illa espera no tener que aplicar la obligatoriedad porque "en cada fase se va a ir ganado confianza".

El grupo de trabajo creado por el Ministerio de Sanidad para diseñar la estrategia de vacunación contra el coronavirus no lo tenía fácil. El objetivo es vacunar al mayor número de gente en el menor tiempo posible, pero a día de hoy no hay ninguna vacuna que haya recibido luz verde y, por tanto no está clara la cantidad de dosis que se pueden recibir en los primeros meses de 2021. Además, los españoles parecen cada vez menos dispuestos a vacunarse inmediatamente. Obstáculos que la vacunación por fases conseguiría sortear, pensaron los artífices del plan. Según ha podido saber LPO, la "factibilidad" ha sido un criterio muy importante a la hora de desarrollar el documento que este martes ha presentado Salvador Illa.

Las primeras vacunas en España, para residencias de ancianos y personal de salud 

"Se ha hecho también pensando en números, no ha sido el criterio principal, pero cuando proponíamos un grupo sabíamos de qué grupo estábamos hablando y cuántos eran. Eso es la factibilidad, si ese grupo es factible alcanzarlo". Estas palabras pertenecen a uno de los expertos que ha despachado con el ministro en las últimas semanas para diseñar cómo será la vacunación en España. La misma fuente, contactada por LPO, asegura que para elegir quienes serían los primeros en vacunarse, además de los criterios de vulnerabilidad, se ha pensado también en el tamaño de los grupos y, sobre todo, en cómo alcanzaros: "Los grupos que más priorizamos son fáciles de alcanzar, sabemos donde están", explica.

Cuando proponíamos un grupo sabíamos de que grupo estábamos hablando y cuántos eran. Eso es la factibilidad, si ese grupo es factible alcanzarlo

Se trata de los residentes en centros de mayores, el personal que trabaja en los mismos, los profesionales sanitarios y los discapacitados, a quienes Sanidad ha señalado como los más prioritarios para ponerse la vacuna. En total, según los cálculos del Gobierno, 2,5 millones de españoles vacunados durante los meses de enero, febrero y marzo. Un horizonte que depende del futuro de las siete patentes diferentes que ha adquirido España: "Son menos de tres millones. Se supone que van a llegar vacunas suficientes".

Salvador Illa.

Hay que partir de una cosa importante, y es que "el documento se hace muy anticipadamente a que llegue la vacuna: se ha anticipado mucho y se ha acelerado mucho", reconoce uno de los miembros del equipo que ha asesorado Illa en este último mes. "Se refiere a un momento concreto y todavía quedan muchas cosas por saber". Por eso, "decimos que es una propuesta viva", porque "nosotros no hemos acabado, la idea era continuar ayudando para actualizar" el plan, dice a LPO. 

Los principales cambios los provocarán la rapidez y la eficacia con que se apruebe finalmente cada una de las vacunas. Todo indica que los organismos internacionales están cerca de dar el visto bueno definitivo a las más avanzadas.

"Evidentemente no es lo mismo que lleguen unas vacunas con una eficacia que con otra, pero eso ahora mismo no podemos decirlo y por otro lado tampoco podemos esperar a ese momento en que se sepa todo para diseñar la vacunación", asegura uno de los artífices del plan. "A partir de ahora, la idea es ir conjugando todo esto pero ya teniendo un marco". 

Pedro Sánchez.

Precisamente este vaivén de cifras y noticias es lo que ha terminado por generar cierta desconfianza entre los españoles. El último CIS revelaba que el 47% no estaría dispuesto a vacunarse inmediatamente y la sombra de la obligatoriedad de la vacuna sobrevolaba. Illa podrá evitar este escenario gracias a la vacunación por fases, o al menos eso es lo que ha intentado. "Vamos a ir fase a fase y también se va a ir generando confianza en cada una, si tú ves que tu cuñado que es enfermero en una residencia se vacuna y está bien vas a querer ser el siguiente, ¿no?", cuentan a LPO miembros del grupo de expertos que ha trabajado con el ministro.

Vamos a ir fase a fase y también se va a ir generando confianza en cada una, si tú ves que tu cuñado que es enfermero en una residencia se vacuna y está bien vas a querer ser el siguiente, ¿no?

Aseguran que no han dedicado "mucho tiempo" a tratar la posible obligatoriedad de la vacuna. Y que, cuando se hizo, "fue muy satisfactorio ver cómo todo lo que se proponía se debatía". Finalmente, el criterio que se ha impuesto es no "poner en primera fila" la obligatoriedad, aunque tampoco descartarla por completo. "Yo nunca descartaría la obligatoriedad pero ahora mismo no es bueno ni oportuno hablar de ella". En el seno del Ministerio de Sanidad el mensaje es claro: hay que concienciar a la población porque "esto no es vacuna sí o vacuna no, es vacuna sí".