Deuda externa

A días de su mayor crisis política, Perú emitió USD 4.000 millones de deuda con una tasa del 3,25%

A 13 días de la destitución de Vizcarra, el nuevo ministro de Economía consiguió tasas de hasta el 3,25% anual.

Waldo Mendoza, flamante ministro de Economía de Perú, consiguió este lunes financiamiento internacional para transitar la pandemia a tasas bajas. Con tres bonos bajo Ley Nueva York se hizo de un total de 4.000 millones de dólares.

El bono por el que más tasa pagó fue uno a cien años (2021) que paga un interés del 3,25% anual, menos de la mitad del 7,92% que pagó la Argentina por una colocación similar en 2017. El título emitido por Perú este lunes significa un cuarto de la deuda colocada hoy.

Las moción de vacancia que desplazó al presidente Martín Vizcarra de su cargo solo trece días atrás y que también implicó importantes cambios en el gabinete no impidieron que el mercado los financiara. Perú viene de tener tres presidentes en una semana. Y eso no impidió que Waldo Mendoza -hasta hace cinco días presidente del Consejo Fiscal y ahora ministro de Economía y Finanzas del presidente interino Francisco Sagasti- pagara una sobretasa de solo 170 puntos básicos sobre los bonos del Tesoro de los Estados Unidos para tomar 1.000 millones de dólares a cien años.

El Congreso destituye al presidente de Perú Matín Vizcarra

Además de ese título, colocó 2.000 millones de dólares a cuarenta años con una tasa de interés del 2,8% y 1.000 millones de dólares más a doce años al 1,9% anual.

El contexto de bajas tasas a nivel mundial favorece los procesos de endeudamiento con muchas asimetrías. Porque para los que ya estaban muy adeudados, se cerró el crédito y países emergentes como Turquía, India, Sudáfrica y las Filipinas enfrentan costos crecientes de refinanciación que los empujan al default, tal y como advirtió el Instituto Internacional de Finanzas este lunes.

En cambio, para países como Perú con bajo ratio de endeudamiento, lo favorece. Según explicó el ministro Mendoza, este año la deuda se elevará hasta el 35% del PBI y el año que viene seguirá en ascenso hasta el 38% del PBI. Es que incluso si la economía rebota en 2021, el año que viene también van a tener déficit fiscal y van a necesitar financiarlo en los mercados para no hacer ajuste desde la política pública, lo que podría ralentizar la recuperación.