El Central retomó la publicación de la deuda externa privada: récord de USD 86.000 millones en 2019
El proceso de endeudamiento externo del Estado Nacional iniciado en 2016 también fue acompañado con grandes colocaciones de deuda de parte de las provincias y también de las grandes empresas. Con acciones y bonos en Wall Street y con préstamos de bancos internacionales de Europa, el pasivo externo del sector privado se profundizó hasta alcanzar el nivel récord al cierre del tercer trimestre de 2019 con una deuda acumulada de 86.127 millones de dólares, según el informe sobre Deuda Externa Privada del Banco Central de la República Argentina.
Estas estadísticas habían dejado de publicarse en 2017 y a partir de este jueves volverán a darse a conocer de forma trimestral, de acuerdo a las recomendaciones técnicas del Indec.
"La evolución de la deuda externa privada desde principios del año 2016 mostró la misma tendencia creciente que la deuda pública, hasta alcanzar un nivel récord al cierre del tercer trimestre de 2019 de US$ 86.127 millones. Entre diciembre de 2017 y septiembre de 2019, la deuda externa privada total creció en US$ 10.634 millones, explicado principalmente por el incremento de US$ 7.662 millones de la deuda financiera", detalló en un comunicado el Banco Central.
"Desde comienzos de 2020, el sector privado canceló deuda externa de forma neta por un total de US$ 3.442 millones, de los cuales US$ 2.749 millones fueron en concepto de prefinanciación y anticipo de exportaciones. De este modo, al 30 de junio de 2020, la deuda externa del sector privado se ubicó en US$ 81.401 millones", agregó.
Con los datos que se volvieron a publicar, el Banco Central justificó las decisiones que tomó en marzo para ordenar la salida de dólares para pagar deudas y en septiembre al forzar a 18 empresas a reestructurar sus pasivos. Ambas, explicó, fueron "con el fin de garantizar las divisas necesarias para la recuperación económica en un marco de normal funcionamiento del mercado de cambios".
Las medidas de septiembre fueron muy cuestionadas en el mercado por obligar al default corporativo y generar una fuerte desconfianza que se tradujo en una fuerte suba del riesgo país y en el crecimiento de la brecha cambiaria por encima del 100%.