España

La diplomacia paralela del líder de Podemos con Alberto agravó las tensiones con el rey

Pablo Iglesias se sumó a última hora a la comitiva de España en Bolivia que encabezó Felipe VI, pese a que su partido propone derogar la monarquía.

Suele decirse que hay viajes para el recuerdo, y lo cierto es que el de Pablo Iglesias a Bolivia no ha dejado indiferente a nadie. El vicepresidente del Gobierno dio varias sorpresas a Casa Real y al Ministerio de Exteriores, incluso antes de tomar el vuelo hacia La Paz, y dejó material para la hemeroteca con el presidente de Argentina. En la oposición, además, ya han preguntado al Gobierno cuáles son las funciones del líder de Podemos en política exterior.

Según explican a LPO altos cargos del Gobierno, todo el "lío" comenzó el día en el que Pablo Iglesias recibió la invitación de Luis Arce, futuro presidente de Bolivia, para acudir a su toma de posesión. Según las fuentes consultadas, el nombre del vicepresidente del Gobierno era "uno más" en una lista de políticos en la que también estaban rostros conocidos de Izquierda Unida.

El "gesto" de Arce, en todo caso, entusiasmó al secretario general de Podemos, que desde entonces transmitió su firme voluntad de viajar a Bolivia. Para entonces, ya estaba decidido que la delegación española la encabezara Felipe VI y que, junto al rey, acudiera la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.

Desde el Ejecutivo recuerdan a este medio que, cuando las circunstancias lo permiten, el rey suele acudir a la toma de posesión de los presidentes iberoamericanos. Y que, en este tipo de visitas institucionales, el representante del Gobierno que acompaña al monarca es el secretario de Estado para Iberoamérica o, como en esta ocasión, la titular de Exteriores.

La presencia del vicepresidente Pablo Iglesias, por tanto, no fue ni "natural" ni "necesaria". No obstante, apuntan las fuentes consultadas, "él trasladó la petición a Moncloa y en Moncloa hicieron el resto". El Ministerio dirigido por Arancha González Laya, por tanto, le incluyó, sobre la bocina, en la delegación.

Fue entonces cuando llegó la primera filtración desde la Vicepresidencia de Asuntos Sociales, que irritó a partes iguales a Zarzuela y a Exteriores: "Algunos medios publicaron que Iglesias encabezaba la delegación, cuando ese papel corresponde únicamente al rey y él fue incluido a última hora y por petición propia".

Pablo Iglesias junto al rey Felipe y la canciller de España, González Laya.

Los ánimos, por tanto, ya estaban algo caldeados cuando Felipe VI, González Laya y Pablo Iglesias coincidieron en el avión que les llevaría a La Paz. No obstante, según explican a LPO fuentes de la delegación española en ese viaje, en ningún momento hubo ningún roce entre el monarca y el vicepresidente segundo del Gobierno.

Las fuentes consultadas explican, por ejemplo, que durante los vuelos Felipe VI apenas salió de su camarote y que al menos nadie de los presentes vio que entre el monarca y el líder de Podemos se produjera una larga conversación durante tantas horas de vuelo. Como anécdota, cuentan que en el viaje de regreso el rey quiso compartir con los integrantes de la delegación unos productos típicos de la tierra que le habían regalado durante la estancia en Bolivia.

Los dos estuvieron en su papel, pero sus conversaciones eran como las de dos vecinos que se encuentran en el ascensor

El jefe del Estado e Iglesias, en todo caso, "sí tuvieron que verse y hablarse" durante su estancia en Bolivia. Y fue entonces cuando los allí presentes percibieron cierta tensión entre ambos: "Los dos estuvieron en su papel, pero sus conversaciones eran como las de dos vecinos que se encuentran en el ascensor".

Las fuentes consultadas añaden, en ese sentido, que existió "poca calidez" entre el monarca y el vicepresidente. Algo "normal", añaden, "si tenemos en cuenta que Pablo Iglesias quiere echar de su puesto a Felipe VI".

Pablo Iglesias ignoró el saludo de Felipe VI el día del desfile del Doce de Octubre.

En todo caso, y a diferencia de lo ocurrido durante el desfile del Doce de Octubre, cuando Pablo Iglesias no devolvió el saludo al rey, en esta ocasión no hubo un "desplante" de ese tipo: "Cuando no tiene cámaras delante, pasa de montar el pollo".

El 'road show' del Vicepresidente a espaldas de Exteriores

El Vicepresidente, en todo caso, sí se aseguró el foco al reunirse con su anfitrión, el presidente de Bolivia Luis Arce, y con Alberto Fernández, presidente de Argentina. Además, mantuvo también encuentros con los candidatos a la presidencia de Perú y Ecuador, Verónika Mendoza y Andrés Arauz.

Un 'road show' paralelo a la agenda institucional que el propio Iglesias planificó de espaldas al Ministerio de Asuntos Exteriores, tal y como confirman a LPO fuentes de la delegación española: "A la que llegó, hizo su agenda con nosotros, y después actuó por su cuenta y riesgo".

Para justificar esa agenda propia, en la que también se incluía la presentación de la llamada "Declaración de La Paz en favor de la democracia y en contra de la ultraderecha", un manifiesto firmado por él mismo, José Luis Rodríguez Zapatero, y los expresidentes de Bolivia Evo Morales, de Brasil Dilma Rousseff, de Ecuador Rafael Correa y de Grecia Alexis Tsipras, Iglesias aseguró que tenía este tipo de compromisos como líder de Podemos.

No obstante, sus reuniones con Luis Arce y Alberto Fernández, "calcaron las que tuvo el rey" con ambos mandatarios: "Le dio toda la institucionalidad posible, apoyándose en su puesto de Vicepresidente del Gobierno".

Los medios argentinos, de hecho, incluyeron en sus crónicas ese cargo de Iglesias en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, dejando a las claras que esos encuentros no eran con un representante político, sino con un integrante del Gobierno de España.

Cabe destacar, en este sentido, la cercanía que Pablo Iglesias ha mostrado, desde los orígenes de Podemos, con el movimiento de La Cámpora, una agrupación política liderada por Máximo Kirchner, el hijo de la actual vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner. El movimiento tiene también orientación peronista, si bien es cierto que el peronismo se mostró siempre más próximo a Íñigo Errejón que al propio Pablo Iglesias.