Máximo impulsa medidas para ayudar a la industria del biocombustible
La situación es crítica para las 54 plantas que se dedican a la producción de biocombustibles en el país. Desde hace 10 meses, la industria está prácticamente paralizada por el aumento de más del 20% de los costos entre diciembre y octubre a lo que se le suma la brecha cambiaria de más del 30 por ciento, explicaron empresarios a LPO.
La combinación de altos costos del aceite base, tanto para bionaftas como biodiese, y los bajos precios de venta, paralizó completamente a uno de los últimos eslabones de la cadena de valor de la agroindustria. En consecuencia, desde el Ejecutivo, a través de la Subsecretaría de Biocombustibles y en el Congreso, se buscan impulsar medidas que reactiven el sector.
En ese sentido, este viernes el Senado daría media sanción a la prórroga por cuatro años de la actual Ley de Biocombustibles ya que la pandemia aplazó la discusión de una nueva regulación que estipulase mejores condiciones.
En la Cámara Baja, Máximo Kirchner se reunió con las Cámaras que nuclean a los productores de Bioetanol de maíz; José Porta en representación de las pymes y Patrick Adams por las grandes empresas, para abordar la crisis y promover una mesa que permita mejorar las condiciones de una industria que si se tiene en cuenta toda la cadena productiva, incide en más de 100 mil puestos de trabajo.
"Es una ley muy importante que se creó durante el gobierno de Néstor y se profundizó durante la gestión de Cristina porque aportó mayor valor agregado a la agroindustria para generar combustibles amigables con el medio ambiente, empleo y sobre todo, arraigo en las provincias productoras de maíz, caña y soja", sostuvo el diputado santafesino Marcos Cleri quien participó de la reunión.
Todo indica que este viernes, el Senado dará media sanción a la prórroga de la ley que deberá debatirse en Diputados donde las provincias petroleras ejercen fuerte presión en contra de las políticas de promoción de los biocombustibles, señaló un importante empresario del biodiesel de Santa Fe.
Entre las medidas que reclaman desde el sector se destacan el aumento en el corte con los combustibles fósiles y la publicación de un precio competitivo que permita la reactivación de las empresas.
En el caso del derivado de soja que se produce a partir de la destilación del aceite de ese grano, el precio de venta de la materia prima, a principio de la semana, rondaba los 46.500 pesos la tonelada mientras que el precio de venta del biodiesel que publicó Energía era de 48.533 toneladas. "No alcanza ni para cubrir los costos fijos, impuestos ni nada", se quejó Juan Facciano, de ArgenBio y presidente de la Cámara Santafecina de Energías Renovables en diálogo con La Política Online.
Por lo pronto, Facciano señaló que mientras más del 70 por ciento de la capacidad instalada del sector está actualmente ociosa, "seguimos importando el 30% del gasoil que consumimos en el país en tiempos en que faltan divisas. Es curioso el embate fenomenal que hace la industria petrolera y automotriz contra los biocombustibles", concluyó el empresario.