Dólar

Aliados del Gobierno retoman el discurso alfonsinista del golpe económico

Ricardo Forster habló de un "movimiento de desestabilización" y Ricardo Alfonsín dijo que "la pulseada por el dólar es política".

Los aliados del Gobierno nacional retomaron el discurso alfonsinistas del golpe económico para graficar la crisis que vive Argentina con un dólar paralelo cercano a los 200 pesos.

Así se expresó el asesor presidencial Ricardo Forster, que denunció "un movimiento de imposición, de desestabilización, de ruptura de la confianza", en una comparación con el "golpe de mercado" que denunciaba Raúl Alfonsín antes de anticipar su salida de la presidencia en 1989.

"A mí la palabra ‘golpe' nunca me gustó, por eso cuando surgió Carta Abierta hablábamos de ‘clima destituyente' porque ‘golpe' remite a otra cosa en Argentina. Pero que hay actores económicos que tienen toda la intención de forzar una devaluación, sería un golpe muy duro para el Gobierno y para la sociedad argentina, a mí no me cabe la menor duda", aseveró Forster en diálogo con Radio de la Ciudad.

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El filósofo apuntó sin dar nombres contra "los grandes jugadores de la economía", a quienes acusó de tener "un intento de desestabilizar la gobernabilidad económica". "Lo que desean los grandes sectores económicos argentinos es una devaluación, que es destrozar la vida social argentina en un momento de extrema debilidad", enfatizó el intelectual.

Para el ex secretario de Pensamiento Nacional, "no hay nada en la macroeconomía argentina que lleve a que los actores económicos crean que el dólar tiene que estar a 190 pesos". Según él, "nadie desconoce que existe un dólar paralelo que está orillando cerca de los 200 pesos", pero se trata de "maniobras especulativas de mercados muy chicos que generan un clima de incertidumbre".

Por su parte, el Embajador Argentino en España, Ricardo Alfonsín sostuvo que "la pulseada por el dólar no es técnica, es política, es una pulseada entre el interés general y ciertos intereses particulares, una más de las tantas que se registran en la historia; si se imponen los últimos, se beneficiarán unos pocos y la inmensa mayoría se perjudicará".

"Espero que las fuerzas que asumen la política como defensa del interés general, en casos como estos en los que sin duda el bien común está en juego, sean capaces de postergar diferencias y de hablarle con claridad a la sociedad", tuiteó Alfonsín.