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La reaparición de Macri complica la armonía de Cambiemos en el Congreso

El ex presidente atacó a Monzó, ninguneó a Lousetau y elogió a algunos referentes de la UCR y el PRO. La tensión por una búsqueda de un nuevo liderazgo.

La reaparición pública de Mauricio Macri con una entrevista televisiva arriesgó la armonía que habían alcanzado los bloques de Cambiemos en el Congreso, en los que sectores dialoguistas lograron convivir con otros más intransigentes después de un verano cargado de tensiones internas y amenazas de ruptura. 

Decidido retomar un liderazgo, Macri destacó a ciertas figuras del frente electoral, omitió a otras y atacó a su ex ministro del Interior Rogelio Frigerio y al ex presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó: los definió como un sector "filo peronista" al que erróneamente le cedió la negociación política con los gobernadores durante su gestión y permitió que contribuyeran a engrosar el déficit fiscal.

Era una crítica habitual de los radicales en su mandato, cuando solían reprochar que cada ley costaba "varios puntos del PBI", fortalecía a los líderes peronistas en sus territorios e impedía el crecimiento de figuras locales. Se lo recordó en algunos chats veraniegos el diputado Alfredo Cornejo, presidente de la UCR, y al parecer lo convenció.

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Cornejo fue uno de los elogiados por Macri por su "liderazgo", una caracterización que también le hizo a la presidenta del PRO Patricia Bullrich y al de la Coalición Cívica, el diputado Maximiliano Ferraro. Otras definiciones positivas la "consolidación" de Horacio Rodríguez Larreta y la continuidad de la "apuesta" por María Eugenia Vidal, con futuro electoral indefinido. Algunos dirigentes que hablaron con ella en las últimas semanas la vieron poco decidida a competir en la provincia de Buenos Aires, como pareció reclamarle su ex jefe.

Tal vez para evitar resquemores, Macri nombró a las cuatro autoridades de Cambiemos en el Congreso (los diputados Mario Negri y Cristian Ritondo; y los senadores Luis Naidenoff y Humberto Schiavoni), pero destacó a otros dos diputados que integran la mesa de autoridades del PRO pero no tienen cargos legislativos. 

Uno fue el mendocino Omar de Marchi, con quien organizó un zoom hace 15 días, justo una horas antes de otro que Larreta tuvo con los diputados PRO para reclamar moderación y diálogo, un guiño a los sectores más dialoguistas que evitaron fotos en los banderazos y reivindican las medidas sanitarias para paliar las consecuencias del coronavirus. Macri también mencionó al santafesino Federico Angelini, que hizo una buena relación con Bullrich.

Los diputados Omar de Marchi y Pablo Tonelli.

Y otro dato que no pasó inadvertido es que ignoró a Martín Lousteau, vicepresidente del Senado y tal vez la figura electoral más rutilante de la UCR. No parece haber limado asperezas con el jefe político Enrique "Coti" Nosiglia, quien sueña con el economista como sucesor natural de Larreta y fue protagonista de los inicios de la causa por espionaje ilegal en el macrismo que se instruye en Lomas de Zamora, por su cercanía al ex agente José Luis Vila. Lousteau ya había chocado con Bullrich en un zoom, con Macri conectado, cuando tuvo que explicar porqué visitó a Alberto Fernández sin avisar. 

 Para los legisladores que conocen al ex presidente desde sus primeros pasos en política, sus citas no fueron inocentes e intentaron marcar la cancha hacia dentro del frente electoral con un desprecio a cualquier matiz dialoguista como el que expresa Monzó y una decena de los diputados del PRO.  

Para los legisladores que conocen al ex presidente desde sus primeros pasos en política, sus citas no fueron inocentes e intentaron marcar la cancha hacia dentro del frente electoral, con un desprecio a cualquier matiz dialoguista con el Gobierno como el que expresan Larreta, Monzó y una decena de los diputados del PRO, liderados por Sebastián García de Luca, encargado de responder a las críticas. 

Este subgrupo amenazó con rupturas en el verano, pero Ritondo, que responde a la jefatura de Vidal, logró contenerlos en el bloque y si bien hubo algunos gestos de diferenciación, como apoyar las sesiones remotas en abril mientras aún estaban en etapa de negociación, nunca ayudaron al oficialismo a sancionar leyes.

Se anotan también en esta lista los diputados Domingo Amaya, Juan Aicega, Humberto Orrego, Martín Grande, Gabriel Frizza, Federico Frigerio, José Luis Patiño, Francisco Sánchez, Eduardo Cáceres y Gustavo Hein. Recién este fin de semana tendrían un diálogo con Frigerio y Monzó para definir si siguen como si nada hubiera ocurrido o le devuelven el ataque a Macri con algún gesto.

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"No puede olvidarse que teníamos que garantizar gobernabilidad y para eso había que sancionar leyes sin mayoría propia. Sus declaraciones sólo buscaron crear un escenario", interpretó uno de ellos ante LPO. De mínima, ratificarán que Monzó sigue dispuesto a competir en al interna de Cambiemos en Buenos Aires para ser candidato a gobernador en 2023, con la chapa de haber creado la sociedad entre el PRO y la UCR en  2014, cuando tenía carnet de armador político del aún jefe de Gobierno. El intendente de Vicente López Jorge Macri, primo del ex presidente, ya le hizo saber que no lo acepta en la contienda porque sus socios de la Legislatura bonaerense sí armaron un bloque propio. 

Hubo más reacciones por la entrevista del ex jefe de Estado: Larreta y Vidal no quisieron verlo en el zoom de la mesa de conducción de Cambiemos y otros intendentes del PRO evitaron comentar sus declaraciones. Y el ministro de Salud de la Ciudad Fernán Quiros, en la paleta de candidatos posibles a jefe de Gobierno, defendió la cuarentena temprana que Macri denosta. 

El jefe de bloque, Cristian Ritondo.

Este martes, el ingeniero no fue tema de la reunión de bloque de diputados PRO dirigida por Ritondo, aunque los más intransigentes se mostraron empoderados: De Marchi y Waldo Wolff, que junto a Fernando Iglesias oficia de emisario de Bullrich, aclararon que no aceptarán la continuidad de sesiones remotas cuando venza el protocolo el 21 de octubre. 

Wolff e Iglesias son los referentes de los "duros", subgrupo en el que frecuentan entre otros Pablo Torello, Alejandro García, Jorge Enríquez, Julios Sahad y las cordobesas Adriana Ruarte y Soher El Sukaria. Su lema es, en cualquier caso, que el diálogo con el Gobierno no será posible mientras Cristina Kirchner tenga algún protagonismo y que el camino es tensar la cuerda hasta lo que dé. 

El resto de los 53 diputados PRO transitan por la delgada línea del medio, aunque como relató LPO, por afinidad personal o expectativas Larreta podría tener más peso en la agenda diaria, aunque no parece ser su prioridad. 

"Horacio no se va a meter en la rosca y tal vez ni siquiera incida en las listas de 2021. No es su estilo y no se quiere desgastar. Si en 2019 puso un sólo diputado nacional por la Ciudad, que fue Álvaro González, esta vez no será muy diferente", asegura un legislador que suele visitarlo en su despacho de la calle Uspallata.

Su nexo con la dirigencia es el vicejefe de Gobierno Diego Santilli, con una silla en la mesa de conducción del PRO y diálogo con los jefes de partido en las provincias, algunos incómodos porque no siempre traza los mismos panoramas de Bullrich, muy activa en la conducción. Santilli también recorrió la provincia de Buenos Aires en el verano y sonó como cabeza de lista en 2021. Versiones previas a la pandemia. 

Claro que la ausencia de liderazgo genera rispideces que pueden complicar cualquier plan electoral y la muestra es la tensión que por estos días vive el bloque de senadores de Cambiemos, después del acuerdo de Naidenoff con Cristina Kirchner para continuar con sesiones remotas hasta noviembre. 

Fue una decisión mayoritaria del bloque, algunos incómodos aún por el escrache por redes sociales que sus coterráneos del peronismo le hicieron cuando votaron en contra de la ley que le quitaba coparticipación a la Ciudad, cuya presunta opulencia siempre es motivo de recelo en el interior del país. No le encontraban rédito político a repetir batallas televisivas y ser acusados de abandono de tareas por sus votantes. 

El senador Martín Lousteau.

Prefirieron archivar la presentación judicial contra las votaciones por internet y sumarse con algunos proyectos de su autoría. Lousteau intentó continuar con la rebeldía en una zoom, el mismo jueves de la sesión, pero quedó en minoría y prefirió no pisar el recinto, donde tiene una banca reservada por ser autoridad. 

Sólo lo siguieron Guadalupe Tagliaferri y Gladys González, cercanas a Larreta; y los nosiglistas Juan Carlos Marino y Oscar Castillo. No se sumó Esteban Bullrich, que ofició de intransigente durante todo el año, pero esta vez hasta se apareció por el hemiciclo. 

La gran incógnita entre los legisladores es qué persigue Macri con su reaparición. Quienes pudieron hablar con él destacan que dijo "no verse" como candidato en 2021 y que sólo busca quedar mejor parado en los libros de historia, que suelen castigar mucho a los presidentes con malas gestiones económicas.

"Se conforma con que haya un legado. Trascender, que no lo olviden. Pensaba que cambiaba las cosas y sabe que en economía le fue mal. Pero si algo entiende son los contextos y que su momento ya pasó. Por eso lo nombra a Horacio y a María Eugenia. Nadie debería asustarse", lo interpretó uno de sus diputados afines, todavía feliz con su reaparición. Extrañaba escucharlo.