Dólar

En lo que va del año el Central ya emitió pesos por casi USD 25.000 millones para el Tesoro

La continuidad de la emisión deprime las expectativas sobre la economía real y sobre el sector financiero. El riesgo país se consolida arriba de los 1300 puntos.

El Banco Central encargó billetes a Brasil porque la capacidad de impresión en el país se vio superada. En lo que va del año, el Tesoro se financió en $1,714 billones con el Banco Central, son aproximadamente USD 25.000 millones si se hace la conversión a la cotización promedio de cada mes.

Esta emisión sin respaldo -más la constante emisión de Leliqs a un ritmo efectivo anual de más del 45% para que los bancos dejen en el Banco Central el excedente de liquidez- es la contrapartida de la presión cambiaria y también del hecho de que ni el alivio que el canje de deuda le trajo a las cuentas argentinas alcanzara para mejorar las perspectivas y reducir el costo financiero para las empresas ni las provincias ni el Estado nacional. 

Por ende, el riesgo país se consolidó arriba de los 1300 puntos básicos y los bonos nacionales reflejan menos optimismo hoy que cuando Guzmán cerró el acuerdo con los acreedores, hace menos de dos meses.

La falta de políticas coordinadas tendientes a garantizar que la emisión sin respaldo es solo transitoria hace que cada vez se requiera de más controles y que la válvula de escape sea el dólar bolsa o el contado con liquidación, que esta semana cerró en $155 o el blue que se escapó a los $167 y no encuentra techo.

El presupuesto, que debería ser la hoja de ruta para hacerle frente a la falta de horizonte sobre la economía y el valor del peso quedan en jaque si el dólar presupuestado de $102 para fin del año que viene carece de credibilidad. Por el momento, el mercado cree que Guzmán se quedó corto. Las expectativas del mercado se ubican en $121,50.

El dólar blue saltó a $167 y cerró la semana con la mayor suba del año

"Lo que tenemos es un tema económico muy concreto: un déficit fiscal muy grande y sin posibilidades de financiarlo que no sea la emisión monetaria, ese excedente de pesos repercute en los dólares alternativos al oficial que son los más libres y en el mercado oficial también con pérdida de reservas, porque el Gobierno no quiere sincerar que el dólar oficial debería subir. La brecha enorme marca que para la demanda de divisa, la cotización quedó tremendamente bajo. Mientras el gobierno no quiera admitir esa corrección, más se va a notar en el dólar paralelo y, creo yo, de ahora en más, en los precios de los bienes y servicios. Cuanto más se recupere la actividad y la circulación, más se va a notar la presión inflacionaria", dijo a LPO el economista Camilo Tiscornia.

La brecha enorme marca que para la demanda de divisa, la cotización quedó tremendamente bajo. Mientras el gobierno no quiera admitir esa corrección, más se va a notar en el dólar paralelo y en los precios de los bienes y servicios

Lejos del 29% del Presupuesto de Guzmán, el consenso de los economistas estima que el año próximo la inflación se va a acelerar hasta el 47,5%, de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que difundió ayer el Banco Central.

Sin perspectivas de que se reduzca el déficit ni de que la emisión mengüe de forma sostenida -incluso si el Tesoro está tomando cada peso que el mercado le ofrece para reducir su dependencia de la emisión-, la desconfianza respecto de la viabilidad de las finanzas argentinas golpea de lleno las expectativas de crecimiento y la confianza en el país. Esto incluso arrastró a los bonos. La lenta corrida cambiaria que enfrenta el Banco Central presionan para una devaluación y un mayor peso del endeudamiento en dólares sobre las cuentas públicas.

Los empresarios le piden al Gobierno que libere el contado con liquidación

"En un principio la emisión monetaria no debería impactar en los bonos en dólares -menos si están recién reestructurados y no tienen pagos en el corto plazo que puedan generar dudas sobre su riesgo de impago-; y, sin embargo, están cayendo. Esto refleja la falta de confianza. Lo que se evidencia es que no hay confianza en cuál es el rumbo de la política económica y la política en general. El Gobierno no está cumpliendo las expectativas que tenían algunos -entre los que no me incluyo- de que Alberto Fernández podía moderarla a Cristina e ir hacia un programa más sensato. A esto se sumó la pandemia, que se comportó como un catalizador para mostrar que esa expectativa no era tal y eso está reflejado en los bonos en dólares", agregó el economista consultado.