Vicentin

La deuda de Vicentín se coló en la bilateral de Alberto con el premier holandés

Entre los bancos holandeses acumulan casi la mitad de la deuda que tiene la cerealera en el exterior.

La situación de Vicentín se coló en la bilateral telefónica que tuvo Alberto Fernández con el primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte.

Apenas diez días después de que Alberto anunciara el proyecto trunco para expropiar la cerealera santafesina, el embajador de Holanda, Roel Nieuwenkamp, le solicitó una audiencia al Gobierno para conocer el alcance de la intervención de la compañía.

Es que el FMO, el Banco de Desarrollo controlado por el Estado holandés, es uno de los principales damnificados con la caída en desgracia de Vicentín.

Junto al resto de los acreedores de Vicentín, el FMO se presentó antes de que la empresa entrara en concurso de acreedores ante la Justicia de Estados Unidos para que autorizara un proceso de discovery (descubrimiento) de activos relacionados con la agroexportadora.

El primer ministro de Holanda le dio su apoyo a Alberto Fernández para las negociaciones con el FMI

La deuda de Vicentín con FMO asciende a 150 millones de dólares, y de ahí viene el interés del gobierno holandés en conocer el futuro de la firma. 45 millones de dólares son de la propia FMO y 105 millones de otros inversores.

Pero la deuda con los holandeses no termina ahí: Vicentín le debe a otros tres bancos neerlandeses: a Rabobank le debe u$s23 millones, al ING Groep u$s71,9 millones. El ABN AMRO es otro de los acreedores. Entre todas las entidades holandeses, se acumula una deuda de 245 millones de dólares, prácticamente la mitad del pasivo que la cerealera tiene en el exterior.