El Central habilitó los plazos fijos dollar-linked para fomentar el ahorro en pesos
El Banco Central flexibilizó este jueves la normativa para permitir que los bancos tomen pesos a tasa variable de los depositantes y los usen para la prefinanciación de exportaciones. De esta forma, se busca aumentar la disponibilidad de crédito para dinamizar la economía y también ofrecerles a los ahorristas una alternativa en pesos frente al temor de una devaluación.
La normativa no genera la obligatoriedad para los bancos de crear plazos fijos dollar-linked, como sí en su momento los obligó a la creación de los instrumentos precancelables. En cambio, crea las condiciones para que el sistema bancario pueda ofrecer herramientas de ahorro a tasa variable.
En sí, el Directorio del Banco Central de la República Argentina aprobó una modificación en la determinación de la Posición global neta de moneda extranjera. De esta forma, los bancos van a poder captar depósitos a tasa variable, por ejemplo dollar-linked, y destinarlos al sector transable sin que se genere un descalce entre las monedas.
En Septiembre el Central perdió más de USD 600 millones de reservas para contener el dólar
Hasta ahora el sistema bancario argentino funciona con una división tajante entre la banca en dólares y la banca en pesos. Los dólares solo pueden ser prestados a quienes tengan sus ingresos en dólares -o bien sean proveedores directos de exportadores-, mientras que los pesos se pueden prestar a familias o empresas orientadas al mercado interno. Con la modificación de hoy, los exportadores podrán tomar pesos originados en depósitos atados al dólar.
De hecho, en las últimas semanas los instrumentos dollar-linked fueron un éxito en las colocaciones de deuda corporativa. Por ejemplo, Aeropuertos Argentina 2000 consiguió financiarse a tasa cero gracias al interés de los inversores locales de sumar activos que los cubran de una eventual devaluación. En este sentido, los plazos fijos dollar-linked permitirían que los ahorristas no necesiten comprar dólares para cubrirse de la devaluación del peso y de esta forma descomprimiría la demanda de moneda estadounidense que no para de crecer.