La jugada de Cambiemos en Diputados expuso la fractura interna del macrismo cordobés

Ayer, nueve de los once diputados cordobeses de Juntos por el Cambio salieron en sus vehículos particulares rumbo a Buenos Aires con destino final en el Congreso de la Nación.

Los representantes de la capital electoral del macrismo aportaron hoy volumen político a la movida que inició una parte de la oposición para presionar por el retorno de las sesiones presenciales.

Sin embargo, como coletazo, la iniciativa expuso -una vez más- la fuerte interna que atraviesa el macrismo cordobés, en espejo a lo que sucede en el PRO nacional.

Entre los amarillos hubo dos ausencias: el diputado Héctor Baldassi (operado recientemente) y su compañero de banca, Gabriel Frizza. Sólo el ex intendente de Jesús María debió salir a dar explicaciones públicas por no viajar. Argumentó cuestiones sanitarias frente al Covid-19 y para despejar suspicacias, aseguró que el presidente del bloque ya estaba al tanto de su decisión.

"No caben aquí (mal) interpretaciones políticas, respecto a mi posición frente a la Reforma Judicial. El presidente del bloque estaba al tanto de que no iba a viajar y además ya anticipé mi rechazo a ese proyecto del oficialismo, como todo Juntos por el Cambio", descargó hace unas horas por Twitter.

Aun así, entre sus coterráneos surgieron críticas y, por lo bajo, un sector del PRO lo acusó de jugar para el oficialismo. Esa imputación, en realidad, tiene como verdadero trasfondo las diferencias que hoy parten en, al menos, dos facciones al PRO cordobés. La pelea por la renovación de las autoridades partidarias aumenta la tensión interna.

Frizza se ubica en la línea que responde al exministro del Interior, Rogelio Frigerio, y al expresidente de la Cámara Baja, Emilio Monzó, y que abona la idea de ampliar la base de Juntos por el Cambio sumando, entre otros sectores, también a peronistas.

"Nosotros decimos que hay más figuras por fuera de Mauricio Macri, que es necesario ampliar y romper con el peronismo que está en frente, sumando a peronistas. Algo así está pensando (Miguel Angel) Pichetto sólo que a nosotros se nos acusa de traidores por abrir el diálogo", señalaron a LPO desde el monzonismo.

Una construcción que es rechazada de plano por el ala más dura del macrismo que encarna la presidenta nacional del partido, Patricia Bullrich, y que tiene representación en Córdoba.

En esa vereda se paran los "PRO puros" que dicen haber tenido que agruparse frente al armado del otro sector. Allí confluyen macristas que incluso, en otro momento, estuvieron enfrentados; entre ellos, la actual senadora y vicepresidenta del PRO nacional, Laura Rodríguez Machado, la vicepresidenta del PRO en Diputados, Soher El Sukaría (también titular del PRO Capital), Adriana Ruarte y el ex árbitro Héctor Baldassi. También los intendentes cordobeses como Eduardo "Gato" Romero (Villa Allende) y Pedro Dellarossa (Marcos Juárez), entre otros.

En cambio, entre quienes ya hablan de un pos macrismo, además de Frizza, están el ex diputado Nicolás Massot, el legislador provincial Darío Capitani (presidente del PRO Córdoba), Javier Pretto y el empresario Agustín de la Reta, por mencionar algunos. También cuentan entre sus filas a una porción de intendentes amarillos.

La disputa política que se viene por el ´21, tendrá como parada previa la renovación de autoridades partidarias que fue postergada por la pandemia, en principio, para noviembre.

Allí también jugará, aunque por ahora tímidamente, un tercer espacio que arregló su incorporación al partido directamente con Bullrich. Se trata de la línea "PROgente" que lidera el ex funcionario provincial y titular de "Primero la Gente", Sebastián García Díaz.

Seguramente la nueva reconfiguración del mapa partidario permitirá anticipar cuán sólido o no llegará el macrismo cordobés a la negociación más dura, que será con el radicalismo cordobés. Se sabe, la UCR buscará ser accionista mayoritario en Cambiemos y peleará por los lugares más expectables en las listas del año próximo.