Ajedrez

Exclusivo: Por qué la partida de ajedrez de Bolsonaro y Scioli es fake

El embajador se mostró con el presidente brasileño en una foto ajedrecística mal configurada.

Un lugar común de los políticos es mostrarse meditabundos frente a un tablero de ajedrez para ser vistos por el público como maestros de la estrategia y el análisis.

En esas puestas de escena, así como también en las películas en las que aparece un tablero, suele haber errores que advertiría cualquier amante de los trebejos. Aparecen las piezas mal colocadas, los dos reyes en jaque al mismo tiempo o directamente el tablero en la posición errónea, como sucede en El séptimo sello, de Ingmar Bergman.

En el mundo político se ha difundido que los ex gobernadores bonaerenses Eduardo Duhalde y Daniel Scioli son experimentados jugadores de ajedrez. Incluso se mostraron juntos en un torneo organizado por el ahora embajador el año pasado, en su rol de presidente de la Comisión de Deportes de Diputados.

Este miércoles Scioli hizo su debut como embajador en Brasilia con una foto ajedrecística junto al presidente Jair Bolsonaro. En una foto inicial, se advierte como el argentino, que llevó las blancas, abrió la partida con e4 (peón cuatro rey, en la vieja notación descriptiva) y el brasileño respondió con c5, por lo que entró en la Defensa Siciliana, una de las más jugadas a nivel mundial incluso por los grandes maestros.

Pero en la foto siguiente, tuiteada por el propio Scioli, la veracidad de la partida queda gravemente cuestionada. En la imagen se ve al argentino tomando su peón de la columna b, en el gesto típico que antecede al movimiento. Pero la posición del tablero evidencia que no era su turno. 

Scioli toma el peón de b en actitud proactiva.

Después de 1.e4 c5, Scioli sacó uno de sus dos caballos: puede haber sacado tanto el del flanco de rey, para llevarlo a la casilla f3 y continuar normalmente con la apertura que le propuso Bolsonaro, o sacar el del flanco de dama y llevarlo a c3 para entrar en lo que se llama una apertura "anti-Siciliana". 

Así arrancó la partida.  

A cualquiera de las dos movidas, Bolsonaro respondió la muy mala jugada 2...Ca6 (caballo a la casilla a6), que no sólo no controla el centro sino que habilita a las blancas a cambiar el alfil de casillas blancas por el caballo negro, doblando un peón ya en la tercera movida. A nivel de principiante eso no parece ser grave, pero ante un rival experimentado -como se dice del ex motonauta- ya es darle a las blancas una ventaja innecesaria a cambio de nada.

En la movida tres, Scioli sacó el caballo que no había sacado en la dos. Por eso, cuando está a punto de mover el peón de b en realidad está salteando el turno de las negras, lo que está prohibido.

El ex candidato a presidente podrá aducir que en realidad no tenía intenciones de mover sino que estaba acomodando su peón antes de que Bolsonaro hiciera su tercera movida. Pero la expresión corporal del brasileño -con el fresco antecedente de su pésima segunda movida- indica que está esperando que Scioli haga un nuevo movimiento mientras el fotógrafo termina de sacar la foto. Si esta secuencia hubiera ocurrido en un torneo oficial de ajedrez rápido, el castigado habría sido Scioli y el menos curtido Bolsonaro -a juzgar por su error precoz- podría haber reclamado la victoria.