México

Venezuela, ausente en la cumbre Trump-AMLO

El secretario Pompeo intentó hasta último momento introducir el tema, que fue descartado junto a otros asuntos candentes como el muro y el narco.

 Días atrás el embajador de EU Christopher Landau conversó con gobernadores del norte del país y les dijo que el viaje de Andrés Manuel López Obrador a Washington era la oportunidad para acceder a un estado de normalidad en la relación bilateral.

Según el abogado, la relación hasta ahora estuvo dominada por temas explosivos como las caravanas migrantes, la seguridad fronteriza o las disputas arancelarias. El T-MEC vendría a ser ahora un agente de estabilidad, justo cuando López Obrador y Donald Trump ingresan en el plano electoral y deben ayudarse mutuamente.

Esa retórica, que se conoció en Palacio Nacional, impregnó desde el primer momento a la comitiva mexicana de un alto grado de optimismo respecto al encuentro con Trump. Optimismo que hoy miércoles se veía reflejado en el cruce de elogios y los mensajes amenos.

La incursión al Salón Oval no contempló asuntos espinosos ni tampoco exabruptos respecto al muro fronterizo o al narcotráfico. Según mencionan en la delegación mexicana, Mike Pompeo intentó hasta último minuto introducir el affaire Venezuela. No fue posible.

El canciller Marcelo Ebrard convenció a López Obrador de que sería él quien le haría un favor al presidente de EU con el viaje. Por eso la ida a Washington, en plena pandemia, con fuertes críticas internas, con un Trump jaqueado por los sondeos electorales y con una economía de EU que presenta serias dificultades.

El presidente suscribió rápidamente a la tesis del canciller. Ayer martes en el avión que lo trasladó a Washington el mandatario mencionaba, respecto a la cena de esta noche, que él llegará a la Casa Blanca con dueños de empresas y no con gerentes generales, como es el caso de los ejecutivos que acompañarán a Trump. Una audacia.

La rápida incursión al Salón Oval no contempló asuntos espinosos ni tampoco exabruptos respecto al muro fronterizo o al narcotráfico. Según mencionan en la delegación mexicana, Mike Pompeo intentó hasta último minuto introducir el affaire Venezuela. No fue posible.

Para entender: Pompeo quería hablar de Venezuela por una cuestión que sobrevuela en el ámbito de los militares mexicanos que hablan con el Pentágono. Recientemente EU retiró 9500 soldados asentados en Alemania. El destino de esas fuerzas sería América Latina.

Hoy miércoles AMLO no estuvo ni cerca de padecer ciertas situaciones límites que vivieron Luis Videgaray o Ildefonso Guajardo, que tuvieron que lidiar con Trump, en el sexenio anterior, cuando este estaba en la cima de su hegemonía.

La presencia de Jared Kushner en la reunión fue casi decorativa. El asesor senior suele ser un dique de contención de los arrebatos de su suegro pero hoy solo debió sonreír para las fotos. Según integrantes de la comitiva empresarial, mañana jueves Kushner conversará con algunos de los magnates mexicanos. El fondeo de la campaña para la reelección asoma como tema casi ineludible.

López Obrador asume, luego se conocerá si de modo asertivo, que hoy cerró el círculo y así como Trump lo ayudó en las negociaciones petroleras con la OPEP o no atacó por la crisis de Culiacán del año pasado, ahora él acude a la Casa Blanca, como una suerte de refuerzo para un líder que vive en sus horas más bajas.