Tensión en el gobierno de España por los ataques de Pablo Iglesias a la prensa
Los ataques del vicepresidente segundo de España, Pablo Iglesias, contra la prensa por una investigación en su contra generaron una grieta en el gabinete de Pedro Sánchez, que por ahora evita la polémica. Pero varias ministras de PSOE se diferenciaron del líder de Podemos.
Iglesias inició días atrás una ofensiva contra la prensa tras las revelaciones del Caso Dina, por el que podría ser investigado por revelación de secretos y destrucción documental. El vicepresidente y sus compañeros de Podemos comenzaron a señalar a los periodistas que revelaron esta serie de informaciones, que atribuyen a una operación de las "cloacas mediáticas" para "sacarlos del Gobierno".
El "Caso Dina" refiere a una ex asesora de Podemos que denunció el robo de su teléfono celular en noviembre de 2015 y cuya tarjeta SIM tuvo en su poder el actual vicepresidente del Gobierno durante seis meses antes de entregársela inutilizable en julio de 2016.
Tras las primeras críticas en su contra, Iglesia pidió "normalizar" la discusión con la prensa: "la crítica al poder mediático es tan legítima como la que se hace al poder político". "Cualquiera que tenga presencia pública o cualquiera que tenga responsabilidades en una empresa de comunicación o en política" está sometido "tanto a la crítica como al insulto en las redes sociales", argumentó.
Pedro Sánchez evitó condenar estos ataques o defender la labor periodística. El argumento que ha empleado es que él mismo, como figura pública, ha recibido "críticas muy desfavorables" por parte de la prensa, y "nunca he hecho valoraciones". "Por tanto no voy a hacer valoraciones sobre mi colega de gobierno", agregó.
Sin embargo, otras figuras del gobierno cercanas a Sánchez sí se han diferenciado de Iglesias. "Los insultos no pueden ser justificables ni en las redes sociales, ni en ningún sitio. No comparto con Pablo Iglesias que se justifiquen los insultos a los medios de comunicación", dijo este miércoles la ministra de Defensa, Margarita Robles.
En tanto, la vicepresidenta Carmen Calvo también se ha querido desmarcar, dejando claro que la posición de "todo el Gobierno" es que "respetamos el trabajo que hacen los medios de comunicación, que forma parte de un derecho de la estructura de las libertades de nuestro país, que es la libertad de expresión". "El Gobierno respeta a los medios tanto cuando nos son proclives como cuando no. El Gobierno tiene que ocupar su lugar y su lugar es el respeto a los medios y su pluralidad", señaló.
Finalmente, la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, aseguró que "todo el mundo tiene la libertad de expresarse, pero tiene que ser con respeto".