Washington

La agenda del fondo BlackRock se impone en la cumbre de López Obrador y Trump

El CEO del fondo que traba la renegociación de la deuda argentina, cenará con ambos presidentes en la Casa Blanca. Impulsa el negocio de la energía. La sorpresa de Slim.

La cena de este miércoles en la Casa Blanca entre Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump confirmará a Larry Fink, titular del fondo BlackRock, como el actor más determinante del plano privado en el marco de la relación bilateral.

Fink, que maneja al principal tenedor de activos en el mundo, es prácticamente el ideólogo de esta visita de AMLO a Washington. BlackRock organizó el foro de Yucatán del 2019 en el cual el presidente le dijo a Wilbur Ross, secretario de Comercio, que solo aceptaría viajar a a EEUU si Donald Trump así se lo pidiera. Esa promesa, que fue primicia de LPO, se materializa en este momento.

La versatilidad de Fink es notable. Vivió un idilio con las reformas estructurales de Luis Videgaray, cenó en Los Pinos con Enrique Peña Nieto en diversas ocasiones y apostó fuerte por Pemex gracias a las rondas petroleras. Nada de eso le impidió cultivar una buena relación con AMLO y ser contemplado en obras como el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas.

Alberto le pidió a López Obrador que interceda ante BlackRock por la deuda

Entre Fink y AMLO aparece un interlocutor excluyente que tuvo mucho que ver con el listado de los magnates mexicanos que viajará a la Casa Blanca: Bernardo Gómez. Hombre fuerte de Televisa y cercano a Jared Kushner, digitó la lista inicial de empresarios mexicanos y tuvo la audacia inicial de querer dejar afuera a Carlos Slim, algo que fue rápidamente corregido por el propio presidente.

Fink tiene un proyecto que quiere impulsar en esta cumbre: un bloque energético para Norteamérica. Aprovechar que el T-MEC habilita exportaciones libres de arancel, facilita el transporte de carga y suscribe la reforma energética de Peña Nieto.

Este plan tiene un fuerte aval de figuras del gabinete de Trump como el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, o el secretario de Energía, Dan Brouillette. Lo ven además como una oportunidad para contrarrestar la influencia de China y Medio Oriente.

En México esta visión la cultiva Alfonso Romo, que en sus horas más bajas ha sido incluido en el viaje, aunque nada indica que vaya a poder imponerse a Rocio Nahle o Manuel Bartlett.