Banco Interamericano de Desarrollo

BID: El candidato de Trump busca el aval de Europa y promete una gestión de solo cinco años

Claver-Carone quiere llegar con el mayor apoyo posible para impulsar una serie de reformas en el organismo.

Entre jueves y viernes de la semana pasada Mauricio Claver-Carone, nominado por Donald Trump para conducir el BID, se reunió con tres embajadores de Europa con un ofrecimiento a cambio de su apoyo: dijo que solo se quedará cinco años en el cargo y luego se retira para una nueva votación. Una rareza en el ámbito del organismo multilateral donde los presidentes se extienden por lo general durante más de diez años.

En realidad Claver-Carone ya tiene los votos de gran parte de América Latina y su llegada al BID es un hecho. Pero, según pudo conocer LPO, el asesor de Asuntos Hemisféricos de la Casa Blanca quiere llegar a la presidencia del banco con el mayor apoyo posible por los cambios que se propone conseguir en el organismo.

El candidato de Argentina para el BID, Gustavo Béliz, había buscado el apoyo de Europa para intentar competir contra el elegido por Trump. De ahí que el candidato de Trump haga lobby en su favor también en el viejo continente.

Claver-Carone tiene un discurso muy duro contra las gestiones anteriores. Habla de una gran opacidad en los manejos contables, de una burocracia excesivamente costosa y poco productiva y de un "coqueteo" permanente con China y Rusia.

Fuerte crítica en el Senado de los Estados Unidos al candidato de Trump para el BID

Sobre el personal de jerarquía del banco es directamente demoledor. Dice que solo se trata de profesionales bien conectados y pertenecientes a las clases dominantes de los países latinoamericanos pero que prácticamente no hay talento en el día a día del organismo.

Esta noción está muy presente en el círculo rojo de Washington DC. En conversaciones reservadas con periodistas Christine Lagarde, anterior jefa del FMI, solía decir que en el organismo había demasiada gente que solo cobraba por asistir a eventos sociales.

El ex gobernador de Banxico Agustín Carstens, cuando buscaba la nominación para el FMI, explicaba que al Fondo le sobraba por lo menos el 30% del personal.

Claver-Carone es un gran interprete de esa melodía y de ahí se explica como ha logrado convencer a Trump de su nominación al BID, siempre con el agregado aislacionista de que se trata de un organismo que, si Estados Unidos no lo conduce, es más conveniente abandonarlo de una vez por todas.