Galicia y el país Vasco se preparan para votar en medio de rebrotes de coronavirus
La pandemia ha cambiado la forma de relacionarnos y también de votar. El próximo 12 de julio se celebran en España los comicios en Galicia y País Vasco y desde los dos gobiernos informan a la población sobre las medidas a tener en cuenta si quieren que su voto cuente. "Somos conscientes de que habrá gente que no irá a votar por miedo", señalan desde el gobierno vasco en un día en que han aumentado los contagios en la comunidad. El reciente brote en el municipio de Orio es la gran preocupación del Departamento Vasco de Salud, notificando ya 17 positivos.
Estas elecciones no habrá mítines al uso, ni grandes concentraciones de militantes en torno a los candidatos, más allá de las que permitan las normas sanitarias -mascarillas y distancia de metro y medio-. Se prevén más mítines con menos aforo, aseguran desde ambas administraciones. El protocolo previsto por los gobiernos gallego y vasco es acudir a votar con mascarilla, obligatoriamente. "El que no vaya con mascarilla no podrá entrar en el colegio y no podrá votar", advierten. Una vez dentro del colegio electoral, habrá dispensadores de gel hidroalcohólico en la entrada y unas marcas en el suelo para evitar aglomeraciones. El típico 'quedarse a hablar dentro una vez has votado' también se va a acabar. Habrá vigilantes que contarán el aforo y en cuanto se efectúe el voto, esa persona tendrá que salir.
España invierte 1.000 millones de euros en material sanitario por temor a un rebrote
Esta vez, no será necesario que el presidente manipule el DNI, el documento de identificación deberá ser mostrado a los miembros de la mesa que lo anotarán como hasta ahora se ha venido haciendo. Desde el gobierno vasco calculan que el gasto público por mesa electoral será de 300 euros, 95 más que lo presupuestado para la convocatoria aplazada de abril por el estado de alarma.
Feijóo y Urkullu, por todo
Los líderes favoritos para ganar estas elecciones en Galicia y País Vasco son Alberto Núñez Feijóo, del PP, e Iñigo Urkullu, del nacionalismo vasco. Ambos exhibirán su gestión al frente de la crisis del coronavirus y esperan revalidar su puesto con una cómoda victoria. Las últimas encuestas tampoco vaticinan sobresaltos y dan por hecho que los resultados del 12J no alterarán el mapa político electoral. Ambos líderes han tenido especial protagonismo con las conferencias de presidentes convocadas por Moncloa cada domingo durante el estado de alarma. En ellas, los presidentes se han mostrado muy exigentes con Sánchez solicitándole no paralizar por completo la actividad empresarial en sus comunidades.
Fue una empresa de Vizcaya la que ganó en mayo la partida al Gobierno comprando tres máquinas para fabricar mascarillas, en lugar de adquirir el producto a China. El Ejecutivo se comprometió a adquirir el material del País Vasco en cuanto estuvieran a punto. Pero lo que más ha llamado la atención en esta campaña es que el candidato del PP gallego, Feijóo vuelva a esconder las siglas del partido para ganar la partida. Como ya hicieron Borja Sémper en País Vasco o García Albiol en Cataluña, ahora le toca el turno al barón moderado del PP, "porque su figura consigue más votos que las siglas", señala un gallego.
Nuñez Freijóo con Pablo Casado, líder del PP.
La dicotomía del PP se centra en que una victoria holgada del barón popular reforzaría el relato de Casado, que busca situar al PP como un partido eminentemente "gestor" y más centrado en la economía. Pero también despertaría las voces que piden más moderación y no tanto el perfil más 'en guardia' como, aseguran, que representa la portavoz parlamentaria Cayetana Álvarez de Toledo.
Otra de las novedades es la coalición formada por PP y Cs en País Vasco. Casado descabezó a Alfonso Alonso para poner en su lugar a Carlos Iturgaiz al frente de la candidatura, una operación que ni los propios populares ni los sondeos se quieren 'mojar' augurando una fuga de votos hacia el PNV. Una prueba que podría servir de ensayo-error de cara a la "refundición" nacional del centroderecha, que ya casi estaba hecho y, según las fuentes consultadas, el secretario general Teodoro García Egea echó marcha atrás. De ahí que Casado se quiera volcar personalmente, al igual que lo harán Sánchez y algunos ministros.
Más mítines con menos público
El presidente del PP se volcará el sábado en Pontevedra junto al presidente de la Xunta y el domingo se desplazará a la provincia de Álava para arropar al candidato a lehendakari. Al acto de este sábado, en la plaza de toros de Pontevedra, se sumará también el ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy, que debuta en su ciudad natal con este primer mitin de campaña si bien se prevé que tenga más actos para ayudar a Feijóo a revalidar su cuarta mayoría absoluta.
Por su parte, el presidente del Gobierno respaldará al candidato socialista a la Xunta, Gonzalo Caballero, este sábado en Ourense, y el domingo a Idoia Mendia en San Sebastián. El siguiente fin de semana regresaría a ambos territorios y cerraría el 9 de julio en Álava -se le espera cinco días antes en Vizcaya, por lo que intervendría en las tres provincias de País Vasco- y el día 10 en Vigo, pero su agenda depende entre otros factores de que se cierren las ayudas de los fondos europeos.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, será el ministro más activo. El responsable de Sanidad ha confirmado su asistencia a tres actos: el 2 y 8 de julio en Galicia y el domingo, día 5, en San Sebastián. El ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska; el ministro de Transportes, José Luis Ábalos y la vicepresidenta económica, Nadie Calviño, también tendrán protagonismo en actos que Ferraz y Moncloa se encargan de cerrar en estos momentos.