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Covid-19 en Chubut: crónica un colapso anunciado

Las noticias sobre la problemática del coronavirus, se centran en Buenos Aires, pero es necesario tener una mirada más federal para comprender su alcance.

En Chubut; junio comenzó con el sistema de salud colapsado. Directores de diversos hospitales de la provincia y jefes de áreas programáticas presentaron su renuncia debido a la falta de pago de sus haberes.

En concreto, trabajadores de toda la administración pública sufren un atraso sostenido en el pago de sus sueldos, que varía, según el caso, entre dos y tres meses. Es decir que, al día de hoy, hay trabajadores que aún no cobraron los haberes correspondientes al mes de marzo.

La magnitud del conflicto es tal, que, el propio ministro de salud, puso a disposición su renuncia en caso de que no se llegase a un acuerdo con los trabajadores.

Lamentablemente, como estamos acostumbrados los chubutenses, las promesas y los acuerdos son temporales. Hace apenas dos semanas, nuevamente, en distintas ciudades; el personal de salud pública marchó y acampó frente a los hospitales, en reclamo del pago de sus sueldos.

Pero el sistema sanitario de Chubut no está en crisis desde junio de 2020. Este es un problema que lleva años y que se acrecentó luego de las últimas elecciones del 2019, donde las promesas de unas paritarias imposibles de cumplir, sumado a una mala administración y múltiples casos de corrupción como las causas "Embrujo" y "Revelación", desembocaron no solo en el famoso pago escalonado o por etapas, sino también en la demora del pago de sueldos.

Apenas unas semanas de estallado el conflicto entre trabajadores y el gobierno provincial, se triplicaron los contagios por COVID. La ciudad de Trelew fue declarada de "transmisión comunitaria" y seis localidades retrocedieron de fase por el incremento de casos confirmados.

Recientemente, el ministro de salud informó que hasta el momento se ocupó menos del 30% de las camas de terapia intensiva en toda la provincia. Sin embargo, ya se superan los cien casos por el rebrote en las últimas semanas.

Entre las preocupaciones, también existe el faltante de equipamiento sanitario necesario.

Los trabajadores de la salud son quienes están en la primera línea de fuego. Necesitamos de ellos más que nunca. Deben, como todo trabajador, cobrar un sueldo digno y a término; contar con los insumos correspondientes para evitar contagios. Ser reconocidos por su servicio a la comunidad.

Esto es lo mínimo que se le debe exigir al gobierno, para quienes eligieron una profesión que no es ni más ni menos, que cuidar al otro.