Senado

El Senado ratificó un convenio contra el acoso laboral y Cambiemos no quiso votarlo

Cambiemos no quiso participar porque sólo debaten temas de Covid.

El Senado aprobó y giró a la Cámara de Diputados un proyecto que ratifica el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo, un tema sobre que hay consenso pleno en la sociedad, pero Cambiemos no quiso votarlo.

Basó su decisión en que no se trata de una ley referida al coronavirus y el protocolo que habilitó las sesiones remotas restringió los temarios a ese asunto. Había anticipado cuando el convenio se debatió en comisión, cuando de todos modos lo aprobó.  

Sin embargo, en la misma sesión, aceptó debatir la ley para crear una bicameral que investigue la deuda de Vicentin, porque su argumento para rechazarla era que las comisiones bicamerales necesitan dos tercios de los presentes y si se iban, los aportaban.

Por lo tanto, cuando se debatió el convenio 190 de la OIT los senadores de Cambiemos se desconectaron junto a 3 de los 4 del interbloque federal, sus aliados fijos del último. Soló se apartó de la estrategia y votó a favor Lucila Crexell, la neuquina que llegó con el PRO, tiene pasado en el MPN y se cuadró como opositora rasa. No esta vez.

"No me voy a olvidar nunca en cada marcha del 3 de junio que no quisieron votar un convenio para combatir el acoso laboral a las mujeres", los advirtió, ya al final de la sesión, la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti.

La iniciativa se aprobó así con 42 votos y resta el aval de diputados para que sea ley. El convenio busca prevenir y erradicar la violencia laboral, y reconoce el impacto especial de este flagelo sobre las mujeres.

Considera a la violencia y el acoso en el mundo del trabajo como una "violación o abuso de los derechos humanos" incompatible con la igualdad y el concepto de trabajo decente, enmarcando la situación dentro de los derechos fundamentales.

Reconoce la incidencia negativa de la violencia laboral en la calidad de los servicios públicos y privados y la considera incompatible con la promoción de empresas sostenibles, a su reputación y su productividad.

Define como "violencia y acoso" en el mundo del trabajo a "un conjunto de comportamientos y prácticas inaceptables, o de amenazas de tales comportamientos y prácticas, ya sea que se manifiesten una sola vez o de manera repetida, que tengan por objeto, que causen o sean susceptibles de causar, un daño físico, psicológico, sexual o económico, e incluye la violencia y el acoso por razón de género". 

Y toma como un factor de riesgo a los estereotipos de género y contempla la incidencia que la violencia doméstica tiene en el empleo.

"Esta es la primera convención que la OIT aprueba desde 2011. Hace nueve años que no aprobaba una", explicó el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, y explicó que el tratado "tiene una gran importancia grande porque busca que haya cero violencia en el mundo del trabajo".

"Trata sobre todos los trabajadores, pero no solo con lo que sucede en el lugar de trabajo sino también con lo que sucede en el transporte, si es que es un transporte vinculado a la empresa. En los mecanismos de selección del personal donde muchas veces comienza el acoso y la violencia contra las mujeres en el mundo del trabajo".

Taiana contó que el convenio "reconoce que la violencia y el acoso en el ámbito familiar" porque "destaca en uno de sus articulados que la violencia doméstica afecta la seguridad, la salud y la productividad de la persona afectada".

Daniel Lovera, presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, sostuvo que "la violencia y el acoso laboral no conocen género ni edades, impacta y socava absolutamente todo, pero es cierto que especialmente lo sufren las trabajadoras. Si revisamos el último informe estadístico del primer trimestre del 2019 de la Oficina de Asesoramiento de Violencia Laboral, el 62% de las personas que denuncia la violencia laboral son mujeres".

"Ante este crítico escenario, resulta imprescindible la adopción de medidas por parte del Estado, que se deben llevar a cabo junto a los trabajadores y las empresas, que permitan desarrollar ambientes saludables".

"Este es el primer instrumento internacional que aborda la violencia de género, por lo tanto, es doblemente importante para las mujeres. Es un nuevo consenso a nivel mundial al que llegaron los Estados, los empresarios y los organismos que representan a los trabajadores, en el que se reconoce por primera vez el derecho a un ambiente de trabajo libre de violencia y acoso", explicó la integrante del Frente de Todos, remarcó Norma Durango, también pampeana y a cargo de la Banca de la Mujer.

En la sesión se votó también un convenio de extradición con Rumania y otro con Brasil, firmados por el gobierno de Mauricio Macri. Su bloque no lo votó.

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