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El desempleo llegó al 10,4% antes de la pandemia y la OIT advierte que se agravará

 Los datos del primer trimestre del año muestran el deterioro del mercado laboral antes de la cuarentena.

El desempleo llegó en el primer trimestre al 10,4% de la población económicamente activa, informó este martes el Indec. De esta forma marcó una suba de 3 décimas respecto de igual trimestre del año pasado, y un deterioro de 2,5 puntos porcentuales respecto del 8,9% del último trimestre de 2019.

En consecuencia, ya antes de la pandemia y en línea con la caída del 5,4% interanual del PBI, la desocupación se había hecho eco de la recesión, aunque las medidas de emergencia vigentes desde fin de año evitaran un reflejo pleno en las cifras. "Con relación al primer trimestre de 2019, estas tasas no presentaron variaciones estadísticamente significativas", señaló el Indec, pero aclaró que sí son estadísticamente significativas las variaciones respecto del último trimestre de 2019.

Los datos están en línea con las proyecciones que el FMI había hecho en abril para la Argentina: 10,9% de desempleo en promedio en 2020 y una leve mejora al 10,1% en 2021.

"La tasa de desocupación se incrementó principalmente entre quienes tenían una ocupación anterior y, en términos de tiempo de búsqueda, crecieron especialmente quienes llevan de 3 a 6 meses buscando empleo. Se verificó una suba en la participación, dentro de la población desocupada, de aquellos que en su última ocupación eran no asalariados, así como de quienes provienen de ocupaciones de calificación operativa", señaló el informe.

Por su parte, la subocupación -es decir la gente que trabaja menos horas de las que desearía- se ubicó en el 11,7%, una décima menos que hace un año atrás. Pero notoriamente por debajo del 13,1% del trimestre previo. Y también creció la cantidad de trabajadores que teniendo un puesto de trabajo estaban en busca de uno mejor. En el primer trimestre llegó al 17,9% cuando un año atrás eran el 17,5%.

Por ende 28,2% de la fuerza laboral tiene alguna dificultad de empleo. Y el 6,6% restante no está efectivamente buscando un nuevo trabajo, pero estaría disponible para un cambio si se lo ofrecieran.

"Como consecuencia del mencionado incremento en la tasa de desocupación y de la disminución de la tasa de ocupados demandantes, la presión sobre el mercado de trabajo presentó un incremento de 0,7 p.p", detalló el Indec.

En el análisis comparativo de los grupos por sexo y edad para la población de 14 años y más, el mayor incremento de la tasa de desocupación "se registra en los varones del grupo etario de 30 a 64 años de edad, quienes exhiben un aumento de 1,0 p.p. de la tasa (5,6% a 6,6%), seguidos por el grupo de mujeres de 14 a 29 años, para quienes la desocupación se incrementa en 0,8 p.p. (23,1% a 23,9%). Este grupo continúa exhibiendo la tasa más alta de desocupación, no solo del trimestre bajo análisis, sino de toda la serie contemplada".

Consistentemente, la mayor caída en la tasa de empleo se verificó en mujeres jóvenes (14 a 29 años) y en varones de entre 30 y 64 años. "También entre quienes registran niveles educativos altos y entre los que se ocupan en el sector privado. Las ramas de actividad en las que se observa mayor reducción de la tasa son Construcción, Transporte, almacenamiento y comunicaciones, Enseñanza y Servicios sociales y de salud", precisó el Indec.

La Organización Interacional del Trabajo adelantó una fuerte suba del desempleo

Este martes, la representación en la Argentina de la Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió que "la rápida expansión mundial del coronavirus y su efecto en la economía del país hacen augurar no solo una caída del PBI, sino también del empleo", que agravará "la situación de debilidad que ya se acusaba antes de esta emergencia sanitaria".

El director local de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Pedro Américo Furtado de Oliveira, recordó que la situación laboral previa a la pandemia ya era de "extremada fragilidad" y consideró luego que la pandemia produjo "un triple shock, de demanda, de oferta y financiero, que impactó en las empresas, especialmente micro y PyMEs, con excepciones en pocos sectores".

"Sólo en abril el número de cotizantes en el Sistema Integrado Previsional disminuyó en un 21,5%, lo que implica una pérdida interanual de más de 1,9 millón de trabajadores", seguró.Y previó un mayor impacto en los cuentapropistas y las pymes, que ocupan a casi la mitad de los asalariados, lo que elevará la situación de precariedad e informalidad laboral.

"Sabemos que la pobreza puede aumentar del 35,6% al 40,2% de la población, mientras la indigencia crecería de 7,7% a 10,8%, y también se incrementaría la desigualdad", puntualizó Furtado y señaló que también se verán afectados los jubilados, dos tercios de los cuales son jefes de hogar, además de crecer el desempleo, particularmente entre mujeres, jóvenes y migrantes.