Coronavirus

Los límites de la estrategia de "cero contagios" de las provincias

Los gobernadores ven como el mayor desafío frenar la "importación" de casos desde el AMBA, aunque ponen en crisis la conectividad. El caso de los vuelos internos.

El "modelo Catamarca" o de "cero contagios" al que apuestan la mayoría de los gobernadores empezó a entrar en crisis en los últimos días a partir de la aparición de pequeños focos que parecen mostrar los límites de la estrategia de cierre de las fronteras provinciales.

Los focos de contagios que aparecieron en provincias sin circulación del virus tienen en común dos factores: la relajación de la cuarentena -con la habilitación sobre todo de las reuniones sociales- y la "importación" de casos desde zonas con circulación comunitaria, especialmente desde el Área Metropolitana de Buenos Aires.

Desde una provincia con muy pocos casos explican a LPO que hoy por hoy el principal desafío es frenar los casos "importados" desde el AMBA (o ciudades con circulación como Resistencia o General Roca) y por eso se mira especialmente a los camioneros y aquellas personas que viajan por cuestiones médicas, ya que el resto de la circulación que tienen habitualmente hacia la capital se redujo casi a cero.

Preocupación en la ciudad de Santa Fe por los casos en Paraná y una localidad cercana

Ante la aparición de esos focos la mayoría de los gobernadores apuesta a endurecer el cierre de sus provincias, tratando de evitar lo máximo posible la circulación con otras provincias y obligando a aislarse por 14 días a los que ingresan o retornan. Es la medida que acaba de tomar Omar Perotti ante la suba de casos en Santa Fe, sumado a la exigencia de un test PCR negativo a los que llegan desde zonas con circulación viral. Misma medida impuso al salteño Gustavo Sáenz. Córdoba además restringió la circulación entre sus departamentos.

Se trata de una estrategia que tuvo relativo éxito en los primeros 100 días de pandemia aunque la pregunta que empiezan a hacerse varios gobernadores es hasta cuándo es viable mantener las provincias "cerradas", sin vuelos ni conexiones con Buenos Aires y otras jurisdicciones.

El 'modelo Catamarca' o de 'cero contagios' al que apuestan la mayoría de los gobernadores empezó a entrar en crisis en los últimos días a partir de la aparición de pequeños focos que parecen mostrar los límites de la estrategia de cierre de las fronteras

Además de las dificultades que genera estar sin conexión con Buenos Aires en las provincias creen que la estrategia de cierre total tiene como talón de Aquiles el transporte de carga, que es esencial para el abastecimiento propio de bienes de primera necesidad y para vender lo que producen esas economías que ya están reactivadas.

Esto ha quedado en evidencia con los repetidos conflictos que hubo con los camioneros, que son sometidos a controles despiadados y hasta se les niega la posibilidad de frenar a comer o usar los baños en varias provincias. Eso sin contar que muchos son obligados a aislarse por 14 días cuando regresan a sus casas. Un conflicto de gran escala con el gremio de los Moyano está latente y en su momento hasta tuvo que intervenir Alberto Fernández.

Raul Jalil, gobernador de Catamarca

El caso de los vuelos internos es interesante para comparar con otros países. En Argentina, uno de los países más extensos del planeta, los vuelos de cabotaje y los micros de larga distancia están suspendidos desde casi cien días, con muy pequeñas excepciones como la conexión a Tierra del Fuego. 

Por ejemplo en España, uno de los países más afectados por la pandemia, los vuelos locales estuvieron cancelados durante dos meses (con excepción de algunos viajes a la zona insular). Desde mediados de mayo se habilitaron entre las regiones más avanzadas en la desescalada y actualmente ya hay vuelos en todo el país. Desde este domingo también se puede viajar por la Unión Europea.

Otro caso es el de México que nunca canceló todos los vuelos, aunque sí suspendió frecuencias. Aunque la cuarentena allí nunca fue tan estricta como en Argentina, los aeropuertos siempre estuvieron abiertos y hasta hubo vuelos internacionales. Es el mismo modelo (cortar frecuencias pero mantener la conectividad) que aplicaron Brasil, Chile y Estados Unidos, aunque implicara viajar con aviones vacíos.

En Argentina por ahora la idea es reactivar los vuelos en septiembre, a casi meses del cierre de los aeropuertos. Una idea intermedia es crear corredores turísticos para las vacaciones de invierno entre provincias sin casos, aunque se trata de un tema complejo desde la logística y la realidad es que cada vez son menos las provincias "limpias".