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Los gremios respaldan el teletrabajo, pero exigen mayor control a los empleadores

Los sindicatos solicitaron evitar explotación laboral y ajustar la letra fina en los convenios de actividad.

La Comisión de Legislación Laboral de la Cámara de Diputados comenzó a debatir este martes un marco legal para la modalidad de teletrabajo y si bien hay un dictamen acordado entre el oficialismo y la oposición, los sindicatos plantearon muchos reparos y el debate podría prolongarse.

Este miércoles continuará con la exposición del ministro de Trabajo Claudio Moroni y la directora de Políticas de Ciudad del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, Lucía Cimi Obón.

El borrador de 17 artículos tuvo participación en su elaboración de algunos dirigentes gremiales, pero otros exigieron revisarlo mejor. Héctor Daer, jefe de la CGT, celebro haber tomado el trabajo a distancia como modalidad laboral y no una actividad, lo que obliga a una readaptación posterior de la ley a cada convenio colectivo de trabajo.

El proyecto no tendrá un plazo para ese ensamble, que algunas versiones se había previsto en 6 meses. Daer propuso deducir del cálculo de Ganancias los gastos operativos y los casos de prestaciones trasnacionales. Participó de la teleconferencia junto a Carlos Acuña, del gremio de Estaciones de Servicio, quien aprovechó la ocasión para solicitar que el Congreso revise la situación financiera de las obras sociales.

El proyecto intenta consensuar 17 iniciativas y el consenso estuvo a cargo de la presidenta de la Comisión Vanesa Siley, kirchnerista y líder del gremio de judiciales; y del santafesino Albor Cantard, de la UCR.

El diputado Walter Correa, que integra el Frente de Todos y proviene del Sindicato de Obreros Curtidores, explicó que se intentará un "piso de derechos" para negociar en los convenios, que tendrán la última palabra. Algunos de los objetivos son limitar la jornada, con un horario de desconexión, respetar el cuidado de menores o adultos mayores y garantizar los elementos de trabajo.

Además, que los trabajadores puedan exigir una oficina si la requieren, que las empresas tercerizadas tengan responsabilidad solidaria y se respeten los derechos de intimidad.

Claudio Marín, secretario gremial de la CTA que conduce el diputado nacional Hugo Yasky, advirtió que la modalidad mal regulada podría aumentar el trabajo en negro, que llega al 40%. Ricardo Peidró, de la CTA Autónoma, propuso que "el teletrabajo solo pueda ser utilizado previa habilitación en la negociación colectiva".

Su compañero Julio Acosta, contó que los trabajadores de su rubro, la electricidad, no fue sencillo de controlar porque el "la crisis puede ser una oportunidad para el sector empresarial para maximizar ganancias o una oportunidad para los trabajadores para avanzar en la progresividad de sus derechos".

Hubo comentarios parecidos como el de Horacio Arreceygor, de SATSAID (Sindicato Argentino de Televisión Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos). Contó que recibió "una cantidad espeluznante de denuncias de trabajadores por la cantidad de horas" trabajadas por sistema remoto. "Va a haber que trabajar mucho la penalidad para cuando las empresas incumplan", sugirió. Yasky había hecho una apreciación similar sobre los docentes. 

Osvaldo Iadarola, del Sindicato de las Telecomunicaciones (FOETRA) disintió con sus pares y dijo que "es una necesidad" debatir esta ley y pasar "un convenio analógico a uno digital".  También hubo gremios del rubro como la Unión Informática. Ignacio Lonzieme, su referente, dijo que "una sobrecarga de tareas, por eso es muy importante que cada actividad tenga su articulado respecto de esta modalidad".

El derecho a la desconexión laboral fue un tema recurrente porque se registraron empleadores que llaman a cualquier hora a sus empleados. "El teletrabajo es una modalidad, no es un beneficio, y debe ser voluntario; y para que sea decente y seguro, debe ser regulado", sostuvo Fabián Boccella, de la Unión Personal Jerárquico de Empresas de Telecomunicaciones (UPJET).

Carlos Minucci, de APSEE (Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía) fue uno de los más críticos y opinó que el teletrabajo "debe estar acordado con el gremio; no lo pueden arreglar la empresa y el trabajador".

"No se puede ejercer el teletrabajo si un trabajador no sabe cuáles son sus funciones y responsabilidades y si el gremio no acordó. Esto apunta a perder la relación sindical con los trabajadores. Hoy en nuestras propias oficinas sufrimos aprietes de los jefes; imagínense a los dirigentes sindicales yendo a la casa de cada uno para ver que no los apreten y para ver si tienen todo".