En España, los rebrotes focalizados ponen a prueba la estrategia de "rastreadores"
Desde la puesta en marcha de la desescalada por fases aprobada por el Gobierno para eliminar, de forma progresiva, el confinamiento de la población, se han producido ya dos importantes rebrotes de contagios por coronavirus en Lleida y Ceuta. En el caso de la ciudad autónoma, de hecho, se estudió una posible vuelta a Fase 0, después de confirmarse hasta 22 nuevos casos y el aislamiento de 271 personas tras la propagación del virus en una fiesta familiar.
La rápida identificación de todos los contactos de los nuevos contagiados evitó tomar esa drástica medida, al igual que en Lleida, o en otras poblaciones donde también se han registrado casos de menor incidencia, como Totana, Cuenca o Badajoz. No obstante, todos estos casos han encendido la luz de alerta en Sanidad, donde reconocen la falta de rastreadores suficientes en las grandes ciudades ante un pico de contagios.
Los rastreadores, tal y como se explicó en estas páginas, tienen la función de hacer el seguimiento de los nuevos positivos durante la desescalada y, además, identificar a todas las personas que hayan estado en contacto con el contagiado en los días de incubación del virus.
Un trabajo fundamental, en pleno desconfinamiento, para evitar, o al menos controlar, nuevos rebrotes. Por ese motivo, el Ministerio de Sanidad lleva semanas insistiendo a las comunidades autónomas en la importancia de contratar a personal sanitario para esta misión. No obstante, el equipo de expertos que asesora a Salvador Illa ya ha advertido de la existencia de "importantes déficits de personal" en lugares donde, además, "son mas necesarios".
Los técnicos de Sanidad consultados por LPO explican que "no se puede tener el mismo número de rastreadores en Madrid o Barcelona que en Cuenca, porque el número de habitantes es muy diferente". Esa advertencia, de hecho, se ha repetido durante las últimas reuniones con los consejeros de Sanidad de la Comunidad y de la Generalitat. A ambos ejecutivos se les ha transmitido la necesidad de incorporar más rastreadores para hacer frente a un posible repunte en las ciudades más grandes de España. A las que, además, más les costó pasar a Fase 1 desde el inicio de la desescalada.
Las fuentes a las que ha tenido acceso este diario destacan, sobre todo, la escasez de rastreadores en la Comunidad de Madrid. A día de hoy, solo hay contratados 120, "y aún siguen formándose". El objetivo, para finales de esta misma semana, era alcanzar la cifra de 400 profesionales, pero "no se va a conseguir". Además, los técnicos calculan que la región necesitará crear una plantilla estable de rastreadores, formada por más de 1.200 personas. Por tanto, advierten, "el Gobierno regional debe acelerar cuanto antes la contratacion y formación de este colectivo".
El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso, de hecho, no ha solicitado pasar a Fase 2 el próximo lunes, aunque sí alguna medida de flexibilización, sobre todo relacionada con la actividad empresarial y la reapertura parcial de los centros comerciales. Una propuesta que podría tener respuesta, por parte de Pedro Sánchez, este fin de semana.
"Situación controlada" tras los rebrotes
Sobre los rebrotes ocurridos en los últimos días en Ceuta y Lleida, desde el Ministerio de Sanidad explican que se trata ya de "focos controlados" y que tanto los contagiados, como todas las personas que tuvieron contacto con ellos, ya están controladas. En la ciudad autónoma, como se ha apuntado, hay casi 300 afectados, entre nuevos positivos y aislados.
En Lleida se ha llegado a la cifra 187 nuevos positivos, muchos de ellos contagiados en una fiesta de cumpleaños a la que asistieron 20 personas. Sobre este caso, Salvador Illa se mostró contundente: "Son actitudes que hemos de condenar, no llevan a nada. Tenemos que insistir en que el incivismo de una minoría no ponga en riesgo lo que hemos conseguido con sacrificio la inmensa mayoría".