Diputados

Cambiemos no consiguió quórum para rechazar los superpoderes de Cafiero

Los bloques chicos se partieron y faltaron 5 votos para abrir la sesión en la Cámara de Diputados. Los partidos provinciales ratificaron su alianza con el Gobierno.

Cambiemos no alcanzó el quórum para abrir la sesión especial convocada para rechazar el decreto que habilitó a Santiago Cafiero a reasignar partidas del presupuesto sin límites, porque los bloques más chicos se dividieron y faltaron 5 votos para llegar a la mayoría simple.

Fue el primer intento de la oposición para tener mayoría propia en el recinto y el fracaso resultó un alivio para el oficialismo, que de sostener esta tendencia no correrá riesgos de perder el control de la Cámara baja pese a no contar con una mayoría propia. 

Había mostrado su debilidad cuando casi no llegó al quórum en la última sesión presencial, que aprobó la baja de jubilaciones a jueces y jubilados. Con ese antecedente, tuvo una señal de alerta ni bien se conoció el DNU que le otorga superpoderes presupuestarios al jefe de Gabinete y aparecieron críticas desde todas las fuerzas políticas. 

En la tercera sesión remota de la historia, la primera pedida por la oposición, sin problemas logísticos Cambiemos logró que entre presentes y conectados no faltara ninguno de sus 116 miembros (53 del PRO, 47 de la UCR y 14 de la Coalición Cívica y sus 2 aliados). 

Le faltaban 13 para llegar a la mayoría simple pero sólo consiguió 7, además del voto del presidente Sergio Massa. José Luis Ramón fue el único del bloque Unidad Federal para el Desarrollo, los 8 aliados que tuvo el oficialismo para las principales leyes. Presentó el primer proyecto para rechazar los superpoderes pero la semana pasada no había acompañado un intento de la oposición para acelerar el debate.

Este jueves fue uno de los diputados que ocupó sus bancas pero temprano, en una teleconferencia con sus compañeros de bancada, supo que no lo acompañaría ninguno de sus dirigidos. No se conectaron los 3 que fueron oficialistas en la era Macri: Beatriz Ávila, esposa del intendente de Tucumán Germán Alfaro; Pablo Ansaloni, referente de UATRE; y Antonio Carambia, hermano del alcalde de Las Heras, Santa Cruz. 

Tampoco se conectaron los tres misioneros y el rionegrino Luis Di Giácomo, leales a sus gobernadores Arabela Carreras y Oscar Herrera Ahuad, ambos de partidos provinciales, que volvieron a sacar chapa de aliados oficialistas. 

Fracasó un intento de Cambiemos para anular los superpoderes de Cafiero

Ocurrió también en el interbloque federal: los 4 conducidos por el cordobés Juan Schiaretti nunca prendieron sus computadoras. Los imitó el jefe de esa bancada legislativa Eduardo Bali Bucca; y sus otros miembros Alejandro Rodríguez (jefe de la campaña presidencial de Roberto Lavagna) y el salteño Andrés Zottos.

Los otros federales sí dieron quórum. Fue el caso de Graciela Camaño, autora de otro proyecto de ley para derogar los superpoderes; de los socialistas Enrique Estevez y Luis Contigiani; y Jorge Sarghini, quien asumió en febrero en reemplazo del ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo y se convirtió en un problema para el Gobierno en el Congreso. 

Este cuarteto fue el que no quiso bajar al recinto en febrero para reducir jubilaciones de jueces y diplomáticos y casi frustra la sesión. Desde Santa Fe, en sus discursos de minoría, la dupla socialista trató de desmarcarse de Cambiemos.

"Tendría que haber 138 diputados que ingresaron a esta Cámara como oposición. Que cada uno de los que hizo propuestas como opositor que digan porqué no están acá, defendiendo sus votantes. Porque no hay nada peor que traicionar al pueblo".

"No sé que concepto de república tienen quienes nombraron a dos ministros de la corte por decreto o hacían escuchas ilegales. Esta grieta que armaron con el Frente de Todos nos está siendo mal y el mejor antídoto es la coherencia y por eso estamos presente. Porque creemos que este DNU no es correcto", dijo Estévez, cuando le tocó hablar por zoom.

También ayudaron con su presencia los dos diputados de izquierda (Romina del Plá y Nicolás del Caño), pero no fue suficiente. Pasados 40 minutos de la hora de convocatoria, 10 más de lo reglamentario, el jefe de Cambiemos Mario Negri se rindió y escuchó a Massa dar por caída esa sesión. 

Tanta fe se tenía el presidente de la Cámara baja que a las 11 se había comprometido a asistir a una cumbre de parlamentarios de América Latina. "Le pido que nos acompañe en las expresiones en minoría", lo chicaneó el cordobés.

Como explicó LPO, en 2017 la facultad de reasignar partidas se acotó al 7% del total y luego se bajó al 5%. El DNU 457, en su artículo 4, borra ese límite por este año, cuando el Gobierno ejecuta el presupuesto prorrogado de 2019; y sólo para gastos sobre la pandemia.

Los decretos están vigentes desde su publicación y sólo pueden ser anulados si las dos Cámaras del Congreso así lo deciden. Por si acaso, el oficialismo sólo los trata en el Senado, donde tiene mayoría propia, pero desde este jueves supo que también podría animarse a discutirlo en el recinto vecino. 

El diputado del PRO Pablo Tonelli, el primero en abrir la ronda de discursos, recordó que la ley de administración financiera habilita al Gobierno a crear partidas en caso de pandemia, por lo tanto no era necesario si ese era el objetivo. Ya lo había dicho en la bicameral que debate los decretos y ningún oficialista la retrucó. 

"Vamos a profundizar esta crisis con una crisis cambiaria que ya es como la de Venezuela. Lo que se busca es concentrar el poder. Retroceder y desandar un camino que se  había empezado a corregir en 2016, cuando se dejó de lado los superpoderes", alertó el radical chubutense Gustavo Menna. 

La mayoría de los discursos trataron de exponer a los opositores que ayudaron al gobierno al no dar quórum y marcaron un antes y un después en esta etapa legislativa. "Si todos los elegidos para controlar el Gobierno hubieran estado tendríamos mayoría", se lamento el radical Luis Petri y denunció "una formidable concentración de poder del Gobierno".

"Si las personas fueran ángeles no necesitaríamos controles. Y este Congreso tiene la obligación de controlarlos y eso no es poner palos en la rueda", diferenció Paula Oliveto, de la Coalición Cívica.  

Desde su banca, Ramón trató de no mezclarse tanto Cambiemos, que lo criticó toda la semana en las redes sociales por no haberse plegado a su pedido de tratar el DNU de los superpoderes en la última sesión. "La ley que regula los decretos es inconstitucional. Lo era con otros gobiernos y lo es ahora. Yo apoyé dos veces el presupuesto de Macri, porque es un instrumento para la gestión", recordó. 

Negri y Cristian Ritondo, jefe del PRO, cerraron la jornada en el recinto y en una breve conferencia de prensa con críticas a los no oficialistas que nunca llegaron. "Esta falta de equilibrio hace que el Estado democrático quede rengo, que millones de argentinos piensen que cuando votamos no sabemos que partidas son y a donde van". 

"Tendría que haber 138 diputados que ingresaron a esta Cámara como oposición. Que cada uno de los que hizo propuestas como opositor que digan porqué no están acá, defendiendo sus votantes. Porque no hay nada peor que traicionar al pueblo". 

Negri no fue menos. "Que el oficialismo no esté, se entiende. Ahora que la oposición, que lo único que tiene es no ceder sus facultades, se las entregue, no se comprende. Retrocedimos 13 años. Y no hace falta", denunció ante Massa, que desde el estrado se despidió con una chicana por la rapidez con que esta vez los diputados de Cambiemos se conectaron al sistema para sesionar desde su casa.  "Les agradezco a todos los que se pudieron conectar temprano y sin problemas aún quienes eran críticos del sistema", ironizó.